El mulá Mansur murió el fin de semana en un bombardeo estadounidense en la provincia paquistaní de Baluchistán. Los talibán confirmaron su muerte el miércoles y nombraron a Ajundzada como su sucesor.
Sin embargo, el grupo que encabeza el mulá Rasul, ha dicho que reclamó "que no se cometieran los errores del pasado y que nombrara a un nuevo líder con un consenso total", según ha informado la agencia afgana de noticias Pajhwok.
"Desafortunadamente, estos errores se han repetido y el nuevo líder no ha sido nombrado de forma legal y en línea con la tradición afgana. Los que estuvieron presentes durante el nombramiento del nuevo líder son sospechosos", ha agregado.
"Hemos elegido un camino moderado siguiendo las 'fatuas' de ulemas y jeques que piden que no participemos en luchas internas, pero continuaremos nuestros esfuerzos para defender a la nación afgana", ha remachado.
La facción que lidera el mulá Rasul se opuso el año pasado al nombramiento del mulá Mansur como líder supremo de los talibán tras el anuncio de la muerte del mulá Mohamad Omar --que tuvo lugar dos años antes--.
Las diferencias internas en la formación desembocaron en enfrentamientos, que en los últimos meses se han repetido en diversas partes del país y que se han saldado con la muerte de miles de insurgentes.
En su comunicado del miércoles, los talibán aseguraron que el mulá Ajundzada cuenta con el respaldo unánime de la cúpula de la formación, pidiendo a sus seguidores que le juren y recalcando que "la lucha continuará bajo su liderazgo".
Asimismo, anunciaron que Sirajuddin Haqqani --quien encabeza la poderosa Red Haqqani, aliada de los talibán-- y el mulá Mohamad Yaqub --hijo del mulá Omar--, serán ambos los 'número dos' de Ajundzada.
El mulá Yaqub fue uno de los que el año pasado cuestionó el nombramiento del mulá Mansur, si bien finalmente le anunció su lealtad para evitar más diferencias en el seno del grupo, paso que no fue dado por el mulá Rasul.