Publican el retrato robot del famoso 'Jack, el destripador'

INFORMATIVOS TELECINCO 31/08/2011 13:06

La identidad del hombre que asesinó a cinco mujeres durante el otoño de 1888 sigue en el misterio, pero para Trevor Marriott, experto y ex agente de homicidios la identidad de Jack el destripador está clara: Carl Feigenbaum, un comerciante de origen alemán sería el culpable de esas muertes.

No había fotos de este hombre, en la lista de sospechosos, por eso el investigador realizó una reconstrucción para la . Para ello utilizó una descripción de su cara que aparecía en el expediente de una prisión, donde permaneció retenido Feigenbaum. BBC

Este hombre, al final, fue condenado a la silla eléctrica por asesinar a su casera en el barrio de Manhattan.

Marriott para llegar hasta él siguió algunas pistas. La zona portuaria de St Katharine y Londres donde ocurrieron los asesinatos cometidos por Jack el destripador están a un paso de Whitechapel, lugar de prostitución, frecuentado por comerciantes marítimos.

Esto habría facilitado a Feigenbaum llegar a su embarcación sin ser visto tras cometer los asesinatos.

Luego de indagar en documentos, Marriott encontró registros que mostraban que el Nord Deutsche Line, un grupo de buques comerciales de Alemania, tenía una embarcación llamada Reiher atracada en el momento en que se cometieron los asesinatos.

Después de consultar diferentes expedientes descubrió que a los marinos que estaban a bordo del buque, se encontraba Feigenbaum. Este hombre, además, había confesado a su abogado defensor que sufría una enfermedad que lo llevaba periódicamente a matar y mutilar mujeres.

Sin embargo, el investigador también duda de si los cinco homicidios fueron cometidos por el mismo asesino en serie. A pesar de que siempre se ha dicho que sí, Trevor Marriott no descarta que hubiera más de un agresor.

Las formas de la herida en algunas víctimas y la diferencia entre el cuchillo utilizado lo hacen confirmar sus sospechas. Una de las víctimas, Elizabeth Stride, asesinada el 30 de septiembre de 1888, pudo haber muerto a manos de otro asesino, pues todas las circunstancias de su muerte difieren de las otras.

La hora en que ocurrió el asesinato y el cuchillo usado para cortar su garganta era mucho más pequeño que el usado en las otras víctimas. Su cuerpo no tenía más mutilaciones.

El experto halló que otra de las mujeres asesinadas, Mary Kelly, tenía una identidad diferente y por tanto, los motivos de su muerte podían ser otros.