Desde la tragedia del pasado 17 de julio, ya se han explorado 18 de los 25 kilómetros cuadrados que conforman el escenario donde se estrelló el vuelo.
Desde Kiev, apuntan que aunque los combatientes han permitido la entrada al lugar de los trabajadores del Ministerio de Emergencia, no se les permite llevarse nada de la zona. Las tareas de recuperación están siendo muy limitadas, y ni siquiera la OSCE ha podido trabajar con normalidad.
Según informa la cadena CNN, numerosos testigos han afirmado que algunos cuerpos permanecen aún en los asientos del avión. Por otro lado, la recuperación de las cajas negras tampoco está siendo fácil. Separatistas prorrusos, informaron ayer del hallazgo de dos mecanismos de grabación, sin embargo ni Malasia ni Kiev lo han verificado.