"Me da en la nariz que será entre el 15 de noviembre y el 5 de diciembre", ha dicho en una entrevista concedida a la televisión pública italiana, RAI, sin revelar todavía la fecha exacta en la que tendrá lugar la consulta popular.
La oposición ha aumentado la presión sobre el Gobierno para que diga de una vez por todas cuándo se va a celebrar el referéndum constitucional para poder preparar la campaña. "Ya basta de trucos. Deben indicar de inmediato la fecha", ha reclamado Renato Bruneta, de Forza Italia.
Interrogado sobre si dimitirá en caso de perder el referéndum, como dijo inicialmente, Renzi ha contestado que no ha vuelto a pensar en ello, subrayando que la votación "no es sobre el futuro de una persona", sino de Italia. "No voy a hablar de mi futuro", ha espetado.
Con esta modificación de la Carta Magna, Renzi pretende reducir el número de congresistas, acabar con el equilibrio bicameral otorgando más poder a la Cámara de Diputados a costa del Senado, revisar la ordenación territorial y suprimir el Consejo Nacional de Economía y Trabajo (CNEL).
Renzi defiende que esta enmienda constitucional es necesaria para garantizar la estabilidad política. Situar el núcleo de poder en la cámara baja permitiría dar mayor seguridad al Gobierno y al primer ministro.