Un alto responsable de UNRWA califica de "truculento" el saldo de víctimas en Gaza

EFE 11/03/2009 19:10

En entrevista con Efe, McKinnon señaló que "la situación en Gaza ya era pésima antes de la guerra; en términos humanitarios y en lo relativo a la falta de facilidades para aportar ayuda a la población".

McKinnon se encuentra de visita oficial en España para informar sobre la situación en Gaza tras la ofensiva llevada a cabo por Israel entre los pasados 27 de diciembre y 18 de enero y que, según precisó, ha costado la vida a unos 1.700 civiles, de ellos 431 niños, mientras que más de 5.000 han resultado heridos.

Con el argumento empleado por Israel de la lucha contra el terrorismo, "lo que se ha destruido es la infraestructura" y el tejido productivo de la Franja, manifestó el funcionario de la UNRWA.

"Tengo dificultad en comprender cómo reducir a escombros una fábrica de helados o de galletas haga avanzar el tema de la seguridad", indicó McKinnon.

McKinnon precisó que muchos de los propietarios de los pequeños negocios destruidos en la ofensiva israelí "eran simpatizantes" de Al Fatah, el movimiento nacionalista moderado palestino, y no de Hamás, el grupo islamista que controla la franja desde junio de 2007 y cuyos ataques con cohetes contra territorio de Israel motivaron la respuesta militar del Estado judío.

Israel "tiene responsabilidades, tanto desde el plano del Derecho Internacional como en su condición de fuerza ocupante, la primera de ellas asistir a los heridos", dijo McKinnon.

Gaza necesita recibir unos 500 camiones diarios cargados de ayuda humanitaria, de los que la autoridad militar israelí sólo permite el paso a unos 120, una cantidad que sirve escasamente para cubrir las necesidades más básicas de la población, indicó.

Con respecto al fondo de ayuda a la reconstrucción de 4.100 millones de dólares, aprobado en la cumbre de donantes celebrada el pasado día 2 en la localidad egipcia de Sharm El Sheijk, McKinnon dijo que hay todavía muchos aspectos pendientes para su materialización.

Entre esos aspectos citó la formación del gobierno palestino de unidad nacional y que Israel reciba garantías de que la apertura de los pasos en Gaza no va a ser "mal utilizada".

"El Gobierno de unidad nacional sería un primer gran paso para los palestinos; daría una señal de mayor confianza a las contrapartes", dijo McKinnon, para quien, en las actuales circunstancias, "es factible" la formación de dicho ejecutivo.

McKinnon se mostró prudente con respecto a la recomendación hecha en Sharm El Sheijk por los donantes para que el primer ministro palestino, Salam Fayad, quien presentó la dimisión el pasado día 7, asuma el rol de administrador del fondo de ayuda acordado.

"El señor Fayad es una persona altamente cualificada y no es de extrañar, por lo tanto, que la comunidad internacional confíe en su liderazgo", pero, en definitiva, subrayó "es un asunto que los propios palestinos deben solucionar."

Fayad ha sido siempre repudiado por Hamás, que considera que encabeza un gobierno "ilegal" y que, además, negocia con Israel, algo que el grupo islamista descarta por principio, al menos según lo que se expresa en su programa máximo, lo mismo que rechaza cualquier reconocimiento del Estado judío.

"Hay que encontrar una forma de articular las aportaciones de los donantes con la realidad de que el gobierno de facto en Gaza es de Hamás", comentó McKinnon.

Con respecto a la posibilidad de que, tras los resultados de las elecciones del pasado 10 de febrero, en Israel se forme un gobierno de derecha, no imposibilita que deje pasar ayuda humanitaria.

"El factor clave será el nivel de diálogo que se alcance entre la comunidad internacional y ese gobierno", señaló.