"Me gustaría decir que estos mecanismos son realmente buenos medios de defensa, una defensa de confianza contra ataques por aire o mar", ha dicho. "No es una amenaza, pero cualquiera que esté planeando un ataque debe tenerlo en cuenta", ha agregado, según ha informado el diario estadounidense 'The New York Times'.
Así, Isaikin ha detallado los componentes del envío de armas defensivas a Siria: el sistema antimisiles guiado por radar Pantsryr-S1, capaz de alcanzar aviones de guerra que vuelen a altitudes de hasta 19.000 metros; misiles antiaéreos Buk-M2, capaz de alcanzar aviones a una altitud de hasta 25.000 metros; y misiles antibuque Bastion, capaces de alcanzar un objetivo situado a unos 30.000 metros desde la costa.
El presunto envío de armas y equipos defensivos por parte de Rusia al Ejecutivo de Bashar al Assad ha sido motivo de controversia durante la semana después de que la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, afirmara que Moscú había enviado helicópteros militares rusos al país árabe.
Sin embargo, las autoridades rusas desmintieron esta información y apuntaron que los helicópteros ya pertenecían al Ejército sirio, ya que fueron vendidos en el marco de un acuerdo armamentístico anterior, y que habían estado en Rusia para someterse a revisiones y reparaciones de carácter técnico.
En ese sentido, Moscú ha señalado este viernes que la cooperación armamentística con Damasco se limita a tecnologías "defensivas". "No hay nuevos envíos de helicópteros militares rusos a Siria. Toda cooperación industrial armamentística con Siria se limita a la transferencia de armas defensivas", ha dicho el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado publicado en su página web.
ENVÍO DE TROPAS
Por otra parte, funcionarios del Pentágono han señalado este viernes a la cadena de televisión estadounidense CNN que, en base a informes de Inteligencia, Rusia podría haber mandado un barco cargado de armas y tropas con destino al puerto sirio de Tartus, donde hay una base naval del país euroasiático.
Sin embargo, estas fuentes han dicho que no tienen conocimiento de cuántas tropas habría a bordo del barco, aunque no creen que sea un contingente significativo. Tampoco tienen informaciones sobre las tropas se encargarán a tareas de aseguración y transporte del envío de armas o si se quedarán en la base.
Por su parte, ni la Marina ni el Ejecutivo ruso se han pronunciado acerca de la supuesta llegada de un buque ruso a Tartus. Este enclave es fundamental para las rutas militares rusas en el Mediterráneo y queda bajo el control de la Flota del Mar Negro, estacionada en la ciudad de Sebastopol, en Ucrania.
La Flota del Mar Negro está estacionada en Crimea gracias a un acuerdo de arrendamiento con Ucrania. El 21 de abril de 2010, Moscú y Kiev firmaron un acuerdo que extendía dicho arrendamiento durante un periodo de 25 años más a partir de que expirara el actual, cuyo fin estaba estipulado para 2017.