Sancionados dos militares británicos por cometer abusos contra civiles afganos

EUROPA PRESS 04/06/2013 18:35

Uno de los dos castigados ha admitido que tuvo un comportamiento indebido con un niño cuando tenía 27 años, mientras que el otro ha desvelado que cometió abusos raciales con un niño. El comandante de la patrulla militar no ha sido condenado por no haber sido capaz de impedir que se cometieran abusos durante su mantado.

"A los tres hombres se les ha garantizado su anonimato, por el miedo a que identificarles pueda pornerles en riesgo a ellos y a sus familias. Vestidos con uniformes militares e identificados como X, Y y Z, los tres militares han comparecido este martes ante un consejo de guerra en un acuartelamiento del Ejército en Sennelager.

El soldado X, un exmilitar que abandonó el Ejército después de su despliegue en Helmand, en el sur de Afganistán, ha admitido que tuvo un comportamiento indecente con un niño, al que acercó a su entrepierna en diciembre de 2011.

El tribunal ha exhibido un vídeo de ese incidente, que tuvo lugar cerca de un puesto de control. En las imágenes se puede ver al soldado, acompañado por otros militares y riendo mientras anima al niño a tocar su "lugar especial". El exmilitar se ha declarado culpable por alteración del orden y de la disciplina del servicio y ha sido condenado al pago de una multa de 10.000 dólares (7.650 millones de euros).

El mismo exmilitar también ha admitido que insultó a un niño afgano entre octubre de 2011 y enero de 2012. En un segundo vídeo mostrado al tribunal y que fue grabado por el acusado, las imágenes le muestran acercándose a un niño que le sonríe y al que le ofrece su mano. En el vídeo, se ve al militar que se acerca al niño y le dice algo que provoca que le dé la espalda. Este segundo comportamiento no ha sido sancionado.

Por su parte, el soldado Y, un antiguo cabo, ha admitido que participó en un abuso a un niño que fue fotografiado junto a un cartel en el que se podía leer 'Tonto paquistaní' entre octubre de 2011 y enero de 2012.

La fiscal del caso, el teniente coronel Jane England, ha afirmado que la conducta del soldado y "probablemente causó malestar o sufrimiento" en los niños afganos. Su abogado ha insistido en que no era racista aunque ha admitido que "sobrepasó la línea". El militar se ha declarado culpable de un delito con agravante racial contemplado en la Ley de Crímenes y Disturbios, por lo que ha sido rebajado de empleo militar.

Inicialmente, el soldado Y fue imputado por conducta inadecuada y falta de disciplina pero la fiscal ha admitido su alegato de inocencia. Mientras tanto, el comandante de la patrulla en la que estaban los dos militares, el soldado Z, ha sido condenado por no haber podido impedir los abusos cometidos bajo su mando.