Tillerson ha coincidido con Trump en que la medida reconoce una "realidad", como es que Jerusalén alberga algunas de las principales instituciones políticas israelíes, según un comunicado difundido este miércoles por el Departamento de Estado.
El jefe de la diplomacia norteamericana ha explicado que, antes de que el presidente confirmase públicamente el reconocimiento de Jerusalén, él ya había hablado con "muchos amigos, socios y aliados" sobre el tema, aunque en la nota no ha aludido a la controversia generada.
"Creemos firmemente que hay una oportunidad para alcanzar una paz duradera", ha añadido Tillerson, que ha parafraseado a Trump para apuntar que "la paz nunca está fuera del alcance para quienes tienen la intención de alcanzarla".
Sin aludir directamente a una posible ola de incidentes violentos --el Departamento de Estado ha advertido a las embajadas en este sentido--, Tillerson ha recalcado que "la seguridad de los estadounidenses es la máxima prioridad del Departamento de Estado", por lo que se han aplicado "planes de seguridad sólidos" para proteger a los ciudadanos norteamericanos "en las regiones afectadas".