La sustitución de Scalia ha sido motivo de disputa entre demócratas y republicanos, ya que su reemplazo implica también romper el equilibro entre jueces conservadores y liberales. El Partido Republicano quiere que la decisión no la tome el actual presidente, Barack Obama, sino su sucesor.
Trump, en un gesto sin precedentes, ha revelado este miércoles quiénes serían sus opciones en caso de que finalmente venciese las elecciones del 8 de noviembre. El magnate ha explicado que los once jueces propuestos en su "guía" encajan con los "principios constitucionales" que él defiende.
Los jueces incluidos están afiliados a la principal asociación conservadora de la magistratura, aunque al menos uno de ellos, Don Willett, de Texas, ha criticado públicamente a Trump. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, ya ha advertido este miércoles de que ve difícil que uno de los nombres propuestos vaya a ser un "candidato de consenso".