En una rueda de prensa celebrada en Atenas, el canciller ha explicado que las autoridades turcas han decomisado el cargamento del avión de pasajeros para examinarlo y llevar a cabo procedimientos adicionales.
El jefe de la diplomacia turca ha indicado que hay elementos del cargamento que están fuera del límite legal para el transporte aéreo de naturaleza civil, aunque no ha precisado cuáles. De momento, lo único que se sabe con certeza es que el cargamento procede de Moscú.
Davutoglu ha subrayado que las normas internacionales permiten investigar aviones civiles sospechosos de transportar material militar. En este caso, Turquía contaba con información de Inteligencia que apuntaba a la existencia de una mercancía sospechosa.
Además, el titular de Exteriores ha insistido en que su Gobierno no permitirá el envío de armas al régimen sirio a través del espacio aéreo de Turquía. Asimismo, ha instado a todos los aviones turcos de carácter civil a evitar sobrevolar Siria por motivos de seguridad.
Turquía y Siria están inmersos en una escalada de tensión por los ataques transfronterizos de la semana pasada. Las fuerzas turcas han incrementado su presencia a lo largo de los 900 kilómetros de la línea limítrofe y han bombardeado varios objetivos en el norte de Siria, escenario de intensos combates entre las tropas leales a Bashar al Assad y los rebeldes opositores.
Por su parte, el director general del Departamento de Aviación Civil de Turquía, Bilal Eksi, ha informado a la agencia de noticias Anadolu de que el avión sirio transporta a 37 personas, entre pasaje y tripulación.