Con esta decisión, Washington considera que Kagame está ignorando "una histórica oportunidad" para reforzar y consolidar las instituciones democráticas por las que el pueblo ruandés ha trabajado durante más de veinte años, según se indica en un comunicado emitido por el Departamento de Estado estadounidense.
"Estados Unidos cree que las transiciones constitucionales de poder son esenciales para las democracias fuertes", ha afirmado el departamento de Estado, antes de añadir que los "esfuerzos de los (mandatarios) actuales para modificar las normas con el objetivo de quedarse en el poder debilitan las instituciones democráticas".
Estas declaraciones del departamento que dirige John Kerry llegan poco después de que los ruandeses votaran masivamente a favor de la propuesta de cambios constitucionales que permitirán que Kagame pueda volver a presentarse a las elecciones e incluso seguir en el poder hasta el año 2034.
En este contexto, Estados Unidos ha hecho un llamamiento para que el Gobierno ruandés "garantice y respete" los derechos de los ciudadanos "a ejercer su libertad de expresión, de conciencia y de asamblea pacífica".