La victoria de un equipo deportivo de una universidad de Texas, en Estados Unidos, ha deja un reguero de devastación y daños en numerosos vehículos y áreas urbanas. La celebración por parte de los estudiantes termino con vehículos ardiendo lo que obligó a los agentes de policía a emplearse con contundencia en reprimir a los más exaltados y a los que actuaban completamente ebrios. Una escena bochornosa que la propia Universidad ya ha denunciado.