Turner fue acusado por la Fiscalía del Distrito de Santa Clara en enero del año pasado cuando dos testigos afirmaron haberlo visto en el campus de la Universidad de Stanford abusando sexualmente de una chica inconsciente que estaba tirada en el suelo. Dos meses después, en marzo, fue declarado culpable de tres cargos de delitos graves para los que los fiscales pedían una pena de seis años. La sentencia del juez Aaron Persky fue finalmente de seis meses de libertad condicional y ser inscrito en un registro de delincuentes sexuales.
No sólo la sentencia ha indignado a miles de personas en Estados Unidos, sino las palabras que el padre del violador utilizaba para pedir cierta indulgencia en la condena. La polémica afirmación del padre es un extracto de la declaración que hizo al tribunal que juzgaba a Turner en la que lamentaba que la vida de su hijo se había "alterado profundamente para siempre". "Esto es un alto precio a pagar por 20 minutos de acción en sus más de 20 años de vida", proclamaba.
La sentencia parece que sólo ha contentado al condenado y su familia, puesto que el fiscal Jeff Rosen ha declarado que "el delincuente no asumió la responsabilidad, no logró mostrar remordimiento y no dijo la verdad", al tiempo que criticaba que el padre del agrersor hubiese vanalizado una violación con la frase "20 minutos de acción".
Las redes sociales han ardido con la decisión final del juez Aaron Persky, contra quien se han recogido unas 28.000 firmas que piden su retirada de la judicatura. La excusa del magistrado para tan leve condena fue que una de más entidad hubiese tenido "un grave impacto" en el futuro del violador.
La víctima, de 23 años de edad, publicó una carta abierta en el medio 'Buzzfeed' en la que mostraba su indignación con la pena que finalmente había caído sobre su agresor, pero adivierte del impacto que ésta puede tener en la opinión pública. "Quiero que el juez sepa que provocó un pequeño incendio. Y que por esta razón elevaremos nuestra voz" concluía.