El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, ha comparecido ante los medios de comunicación antes del último entrenamiento del equipo madridista antes del partido de semifinales de la Liga de Campeones que le enfrentará mañana miércoles al Barça. El portugués fue muy crítico con las declaraciones de Josep Guardiola, del que dijo que, con sus declaraciones del pasado sábado, inaugura una "nueva era" entre los entrenadores.
"Él estaba acostumbrado a lo de Stamford Bridge" , dijo Mou. Y deseó suerte a Stark: "Deseo que al final ambos equipos estén contentos. Aunque para que Pep esté contento, el árbitro se tiene que equivocar".
Para el técnico del Real Madrid, Pep Guardiola está dentro de un nuevo grupo de entrenadores, el que se queja de las decisiones arbitrales correctas: "Iniciamos un nuevo ciclo. Hasta ahora teníamos un grupo de entrenadores muy pequeñito que no habla de los árbitros, muy pequeñito. Y luego un grupo que critica a los árbitros cuando tiene errores, en el que estoy yo. Con las declaraciones de Pep, entramos en una nueva era, en un nuevo grupo en el que sólo está él: criticar el acierto del árbitro. Nunca lo había visto. Es el tercer grupo. Critica el acierto del árbitro. Él estaba acostumbrado a lo de Stamford Bridge y ahora no está contento con el acierto de los árbitros".
Mourinho deseó suerte al árbitro que dirigirá el primer partido de Champions ante el Barça: "No deseo que se equivoque a nuestro favor, sino que después del partido ambos equipos estemos contentos. Aunque con Pep esto no es posible porque para que él esté contento, el árbitro se tiene que equivocar", reiteró.
Yo no sé como estan ellos, sé como estamos nosotros. Estamos igual que si no hubiéramos ganado la final de Copa. Estaba muy claro que las competiciones son independientes, cada partido tiene su historia. No estaríamos por arriba por ganar un partido ni por debajo por perderlo. Encontramos ese equilibrio. El equipo está tranquilo. La semifinal hay que jugarla a tope. Ha sido una alegría, obviamente sí, ganar la Copa, pero después de la final estábamos todos tranquilos y equilibrados", dijo Mourinho.