San Pancracio, ¿por qué se invoca el 22 de diciembre en busca de buena suerte?

La imagen de San Pancracio se ha transformado en una gran aliada para la búsqueda de suerte en la creencia popular. Ahora que se acerca la Lotería de Navidad, muchos se agarran a este santo para tratar de acercarse a la suerte, pero, ¿de dónde viene esta tradición?

La leyenda de San Pancracio

Según narra la leyenda, San Pancracio era un joven romano hijo de unos nobles de origen pagano. Su madre murió durante el parto y su padre falleció cuando él solo tenía siete años. A esa edad, el menor se fue a vivir con su tío a Roma y allí ambos se convirtieron al catolicismo.

Cuando San Pancracio tenía 14 años, el emperador Diocleciano decretó otra persecución a los cristianos en el Imperio Romano, y el joven fue denunciado. A pesar de las insistencias del emperador, San Pancracio nunca abandonó su fe y ordenador su decapitación.

Después de su muerte, la leyenda cuenta que una mujer enterró su cuerpo en u cementerio, donde posteriormente se edificó la Basílica de San Pancracio. En la lápida se afirma que allí "se devuelve la salud a cuantos a él llegan con enfermedades, y muchos beneficios de curaciones se otorgan a cuantos con fe sincera a él acuden y se acercan".

Para la creencia popular, regalar una imagen de San Pancracio es un gesto de bondad para el prójimo, un sinónimo de buena suerte. La gente que tuviese una de sus figuras debía poner una moneda de 25 pesetas en su dedo para atraer a la fortuna.