Lotería de Navidad: el coronavirus provoca un desplome de las ventas

  • Doña Manolita registra muchas menos colas y vende más internet

  • En Vigo, por ejemplo, las caídas han sido de hasta un 70%

  • Sevilla reconoce caídas del 40%

Sí, El pico máximo de ventas de estos décimos se da en otoño, pero el verano ha castigado con dureza a las administraciones de lotería que han perdido una de sus mayores fuentes de ingresos: los turistas. Las administraciones de lotería siempre ha sido una parada obligatoria en nuestras vacaciones. Pero el coronavirus se ha cobrado otra víctima y notan la caída de venta de lotería de navidad. La falta de turismo nacional es uno de los motivos y este verano lo han notado con respecto al año pasado. El impacto del coronavirus se ha hecho notar en el sector y también en la ilusión de muchos. El impacto económico en los hogares se nota y lo primero es llegar a fin de mes y luego comprar el sueño de convertirse en millonario.

La red comercial de Lotería y Apuestas del Estado cuenta con 11.000 puntos de venta a lo largo del territorio nacional y pese a todo tiene como su propio sueño: empatar al menos con las cifras de 2019. Que son de vértigo: 24 millones de participantes, 2.380 millones de euros en premios y más de 2.900 millones vendidos en décimos y participaciones. Las ventas para el sorteo del Gordo suponen más de 31 % del total anual de recaudación en juego público y el 90% de los décimos vendidos se comercializan en la red de ventas profesional que forman las Administraciones de Loterías.

Pero el coornavirus ha penetrado también en la ilusión. La venta en loterías y cupones ha bajado de forma considerable tras el confinamiento en Sevilla con caídas de entre un 30 y 40%, según desvela el Diario de Sevilla. Y en Vigo se habla hasta de un 40%. Las zonas turísticas son las más afectadas.

Y en la emblemática Doña Manolita las colas lo dicen todo. Hay muy poca gente y muchos han optado por la compra online. El cierre de muchos bares es otro de los motivos y los que sobreviven pocos décimos venden. Miedo, menos vida social y una economía familiar tocada también son otros de los motivos de esta bajada en la venta. Pero no pierden la ilusión y esperan poder seguir repartiendo sueños.