La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".
La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".
La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".
La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".
La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".
La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".
La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".
La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".
La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".
La fotógrafa Niki Boon inmortaliza la infancia de sus hijos
Son muchos los que dicen que la vida en la naturaleza es más vida que la de aquellos que viven en las grandes urbes. Eso parece pensar la fotógrafa Niki Boon, que vive junto a su familia en una finca "en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos" en la que los objetos modernos se cuentan con los dedos. Los pequeños, afirma la fotógrafa, no están escolarizados ni se preocupan por la programación televisiva. "Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".