Erika Hurt fue encontrada en su coche con una sobredosis cuando todavía sostenía la jeringuilla en su mano izquierda. La joven tenía la boca abierta y la cabeza reposada sobre el asiento. Además, su bebé de diez meses se encontraba en la parte trasera del vehículo, según informa 'Independent'.
El coche estaba aparcado en las afueras de una tienda en Hope, Indianápolis. Entonces alguien llamó a la policía alertando del estado de la mujer. Cuando las autoridades llegaron al lugar encontraron a la joven de 25 años inconsciente y con una posible sobredosis.
El suceso tiene lugar tan solo unos meses después de que la policía de Ohaio encontrara a una pareja drogada dentro de su coche y con su pequeño de cuatro años en el asiento de atrás.
Parece ser que estos comportamientos se están normalizando cada vez más entre los drogadictos. "Si sufren una sobredosis en su casa, las probabilidades de morir son más probables que si se drogan en lugares públicos donde pueden ser encontrados", ha afirmado un portavoz de la policía.