¿A la playa ahora? No todo es el Caribe, aquí hay rincones donde apurar el 'veroño'

Este verano no cabía un alma en Peñíscola (Castellón) gracias a la fama alcanzada con ‘Juego de Tronos’ y a su magnifica oferta de servicios. Por eso octubre es un buen mes para visitar la Playa Norte: seguramente aún te podrás bañar y tomar en sol en sus 5 kilómetros de arena fina. Al fondo, imponente, el Castillo templario de Papa Luna. Prueba el arrós caldós de llamàntol (arroz con bogavante) en el restaurante El Peñon, en el casco antiguo de la ciudad, muy cerca del castillo.

Visto el éxito de Peñíscola, más vale que te adelantes y seas de los primeros en visitar las playas de Muriola (Vizcaya) y Itzarun (Guipúzcoa). De hecho, hazte unas minivacaciones por el País Vasco, que en octubre está en su mejor momento (no te olvides el paraguas, claro). La playa de Muriola, también conocida como La Cantera, está a unos 10 minutos de centro urbano de Barrika y es una pequeña ensenada de arena salvaje protegida por acantilados de gran belleza. En Itzarun también destacan sus paredes de piedra caliza que alcanzan los 150 metros de caída libre con un oleaje a prueba de valientes.

Considerada por muchos como la mejor playa de La Gomera, lo primer que sorprende es su arena negra de origen volcánico. No es muy grande, apenas 400 metros de largo, enclavados entre acantilados y las olas del Atlántico, que baten con fuerza para deleite de los amantes del surf. No muy lejos se encuentra el Puerto de Vueltas donde podremos coger un barco para disfrutar del avistamiento de delfines, cachalotes rorcuales o tortugas marinas. Tampoco te puedes perder Los Órganos, un acantilado formado por el magma que, al enfriarse, ha dibujado curiosas formas que recuerdan a lo que todos llevamos por dentro.

Con el peñón de Ifach asomando en el fondo, la playa Arenal-Bol de Calpe (Alicante) es una de las playas urbanas más concurridas en el mes de octubre. Buena culpa de ello lo tiene la fiesta de Moros y Cristianos, que el 15 de octubre despliega su desfile por el kilómetro de arena de esta zona. Después del chapuzón en el Mediterráneo, prueba un Purple Rain en el Morena Beach Bar, uno de los imprescindibles también en otoño.

Ibiza es perfecta todo el año, aunque los futbolistas y las modelos de turno sólo vayan en verano. De hecho, octubre es uno de los mejores momentos de la isla gracias a los espectaculares cierres que ofrecen las principales discotecas. Pero no todo es ‘clubbing’, en la zona más al oeste de la isla encontramos arenales como cala Bassa, con aguas cristalinas donde poner hacer snorkel en compañía de los más pequeños. Un plan perfecto: llevarte tu propia comida y hacer picnic -sin encender fuego- en el bosque de pinos cercano.

No todo es Port Aventura en la Costa Dorada, de hecho hay auténticas joyas escondidas que merece la pena descubrir más allá del turismo masivo. Eso es lo que sucede con la cala de Roca Plan, en Tarragona. Parece que estamos en la Costa Brava pero no es así, Roca Plana se esconde entre un denso pinar que ofrece una magnífica excursión desde playa Larga, la más conocida de la capital tarraconense. Los nudistas de la zona sí saben de ella, aunque es para todos los públicos.

Las Islas Canarias es el gran destino de octubre porque, para qué negarlo, todos queremos un poco de sol ahora que el invierno se acerca. En Fuerteventura hay sol pero también hay mucho viento, lo que hace ideal la práctica de deportes como el windsurf. No sólo de deporte vive el hombre, en Playa Blanca también se relajó el escritor Miguel de Unamuno: “En mi vida he dormido mejor. ¡En mi vida he digerido mejor mis íntimas inquietudes! Estoy digiriendo el gofio de nuestra historia”, escribía en periódico ‘Nuevo Mundo’ de Madrid.

En pleno parque natural del Cabo de Gata-Níjar (Almería) se encuentra la Bahía de los Genoveses, uno de esos arenales que siempre aparecen en los rankings de mejores playas de España (y del mundo). Recibe este nombre debido a que en 1147 una flota de doscientas naves genovesas, que venían a unirse a las tropas de Alfonso VII para conquistar la ciudad de Almería a los berberiscos, estuvo acampada en esta bahía durante al menos dos meses hasta que se produjo el ataque a la ciudad. Normal que no se quisieran ir, no se encuentran sitios así fácilmente.

50 años de tradición tiene ya la Feria del Marisco de O Grove (Pontevedra), una de las más populares de Galicia y punto de encuentro de los amantes del buen comer. También la playa de la Lanzada congrega a un amplio público gracias a su magnífica disposición, un perfecto paseo desde el centro de la localidad de la Ría de Arosa. El agua está fría, quién lo duda, pero hay que bajar de alguna forma el albariño, ¿no?

Para qué vamos a querernos ir al Caribe si nosotros tenemos nuestra propia Costa Tropical. Benditos los guijarros y la grava de la cala Chilches, en Albuñol (Granada). No es fácil acceder hasta ella, así que la ocupación suele ser bajísima y el paisaje de los mejores. Si además te gustan los restos arqueológicos, no te pierdas la Cueva de los Murciélagos.