Mayo, mes de las flores: di qué quieres en tu primera cita regalando una flor

Tras superar el frío y lluvioso invierno, la primavera comienza en marzo para alcanzar su etapa de mayor 'florecimiento' en el mes de mayo. Simboliza la pureza y el renacer de la naturaleza. De hecho, se le ha tildado como mes de las flores desde que los romanos celebraban las Florarias en honor a Flora, la diosa de las flores. ¡Qué mejor época para regalar una flor! Eso sí, no des cualquiera. Cada una tiene su significado. Te decimos las más románticas y las más útiles para regalar en una cita.

Si eliges esta flor para regalar estás buscando llamar la atención de tu cita con tu 'campanilla' o con tus encantos más irresistibles. Le estás pidiendo coquetear y que te siga el juego. Crece en primavera y verano, y viven en lugares soleados y en sombra que sea luminosa. Su arraigo se produce en terrenos calizos y son muy resistentes.

Esta flor roja es la más española de todas. Crece en la zona mediterránea y colma de color cada rincón de las ferias flamencas y las de San Isidro. Estas flores van dirigidas especialmente a las mujeres porque representan la belleza femenina. Así que regálasela a aquella que te ha seducido con su personalidad y su figura escultural desde el primer momento.

Es la flor que se pone en las tumbas el día de los difuntos, y en una cita, puedes regalarla si tienes claro que esa relación está más que muerta y que ya no queda nada de amor. Esta flor de desamor es de origen asiático y, desde que la metes en casa no pide prácticamente ni un cuidado. Necesita lugares iluminados y son resistentes.

Los verdaderos geranios son plantas perennes que resisten la helada que les venga encima y son fáciles de cuidar… tanto como una buena amistad. Si regalas un geranio estarás dejando claro que alegrarás su vida, como el geranio al balcón, pero que no sientes absolutamente nada por él o ella. Dependiendo de su variedad crecen en primavera, en verano o en otoño.

El girasol en una flor americana que se compone de un tallo muy grueso. Este le permite girarse en dirección al sol cuando luce, y agacharse por la noche. Su movimiento totalmente natural es una buena metáfora para decirle a esa cita que te tiene hipnotizado, que solo puedes mirarle a ella y que no te fijas en nadie más, solo en sus ojos que son como dos soles. Sus raíces son tan fuertes que pueden explorar capas profundas del suelo a pesar de que este sea muy seco. Si regalas esta flor, acabarás consiguiendo a esa persona, aunque de entrada no esté muy convencida.

No es la más romántica, pero es clara y concisa. Si regalas esta flor, tu propuesta es un encuentro amoroso y pasional, sin condiciones, ni reglas. Como estas plantas de jardín, la relación será puntual y apenas sobrevivirá más de los tres meses que dura la primavera.

Estas flores tienen una belleza matemática. La simetría azarosa que se dibuja en cada pétalo es bilateral y podría asemejarse perfectamente al deseo inevitable de carácter sexual. Nunca sabes cuándo lo vas a sentir, ni por quién, pero cuando se enciende la chispa es difícilmente remediable. Algo así pasa con las orquídeas, que pueden crecer en casi todos los rincones del planeta, y que si la temperatura, las horas de luz, los cambios de estación y la humedad son los idóneos pueden brotar en cualquier momento.

Esta flor dan por estrenada la temporada de primavera en la Península Ibérica. Su color rosa y su tacto tan delicado recuerdan al amor más puro y sensible; el que no se puede reconocer así como así por miedo al rechazo, para el que te escondes detrás de una fila, una doble fila o dos filas dobles de pétalos (como las peonias) para ocultar tus rubores.

La clásica, la de las bodas, la de las reconciliaciones, la romántica por definición: la rosa roja. Aunque las hay en otros colores, en rojo significa pasión y amor ardiente. Las rosas, como en las mejores parejas, tienen espinas en torno a su tallo que lo acaban fortaleciendo hasta hacerlo trepar 20 metros de altura.

Ya lo decía Antonio Machín en su bolero. Las románticas gardenias son para hacer una declaración de amor secreto. De origen chino, la gardenia crece y se mantiene viva en ambientes cálidos y bajo un cuidado muy extremo, como los amores que no se pueden contar, los amantes que quieres ocultar y las relaciones que quieres que te salgan bien.