Planes para hacer en Semana Santa si llueve

eltiempohoy.es 14/04/2019 09:41

Para quienes sienten devoción por esta fiesta religiosa la lluvia es la peor de todas las noticias. No obstante, si no quieres quedarte en casa y te apetece vivir experiencias diferentes, hay numerosas opciones interesantes, curiosas y enriquecedoras por toda la geografía española, así que una semana santa lluviosa puede ser la excusa para empezar a disfrutar de algunas de ellas.

De castillos por Castilla-León

España es tierra de castillos, sólo en Castilla-León hubo cientos de edificaciones defensivas, tantas que dieron nombre a esta tierra. Aún hoy quedan muchos en pie y en buen estado de conservación así que, como no es fácil elegir, te proponemos una ruta para que puedas visitar algunos de los más emblemáticos, aunque es posible que te falten días:

Empezamos por Ávila, donde es obligada la visita al Castillo de Arévalo cuya torre vigía data del siglo XII, aunque la fortaleza fue encargada por el duque de Béjar en el S. XV. También en esta provincia se puede visitar el Castillo de Aunquenospese, del se cuentan numerosas leyendas.

Seguimos hacia Salamanca para visitar el Castillo del Buen Amor donde se puede hacer noche, ya que se ha reconvertido en hotel. Continuamos hacia el norte y en Zamora te espera el Castillo de Zamora, una de las fortificaciones emblemáticas de la reconquista.

Seguimos hacia León, donde puedes visitar el Castillo de los Templarios en Ponferrada, levantado sobre las bases de un asentamiento romano. Cruzamos a Palencia para visitar el Castillo de Ampudia, clásico, señorial y castellano. En Burgos hay que visitar el Castillo de Burgos, que data del S. IX.

Bajamos hacia Soria donde te esperan el Castillo de Gormaz, de origen musulmán, y el Castillo de la Raya en Monteagudo de las Vicarías. Continuamos hacia Segovia, donde tienes material para entretenerte entre el Alcázar y el Castillo de Coca, uno de los que mejor representa el gótico-mudéjar. Para rematar subimos a Valladolid donde te esperan el Castillo de la Mota, el castillo de Íscar y el de Peñafiel.

De bodegas por Baleares

Si te gusta el vino, te proponemos una ruta nada clásica: ni riojas, ni riberas, esta Semana Santa vete a probar los vinos a Baleares. En las islas hay bodegas muy interesantes que realizan actividades diversas, desde visitas guiadas a catas comentadas e incluso te encontrarás algunas con restaurante incorporado. Sólo en Mallorca puedes visitar unas 70 bodegas, pero si no quieres que se convierta en una locura, puedes ceñirte a la denominación de origen de Binissalem, que comprende 14 bodegas distribuidas de la siguiente manera:

Cuatro en Santa María del Camí: Macià Batle, en la que el arte y el vino van de la mano y cuyos vinos han recibido numerosos premios; Celler Sebastià Pastor, con más de 80 años de historia; Jaume de Puntiró, que cultiva sus vinos de forma orgánica y Celler Ramanya, una bodega artesanal que además alberga una colección de cerámica.

Vinya Taujana en Santa Eugenia, un viñedo moderno de apariencia rústica.

Jaume Bennassar en Consell, conocido por su famoso restaurante Orient.

Dos en Sencelles, Celler Can Ramis fundada en el siglo XIX y Celler Ca Sa Padrina, una bodega fundada por un profesor de biología en casa de su abuela

Seis en Binissalem: José Luis Ferrer, una de las más grandes de Mallorca; Bodegas Antonio Nadal, la primera que obtuvo la D.O. Binissalem; Vins Nadal, que ofrece catas de vino con música; Bodega Biniagual, una pequeña aldea reconstruida; Tianna Negre, una bodega con conciencia medioambiental; Ca'n Verdura Viticultors, vinos pop con 40 años de historia;

De museos por Euskadi

Si te apetece hacer una ruta cultural diferente, en Bizkaia, Gipuzkoa y Araba tienes una ruta de museos que encierra los secretos de las tradiciones más arraigadas y la historia cultural del País Vasco, pero que también cuenta con espacios para el arte de vanguardia.

Puedes empezar el recorrido en Bizkaia visitando el Guggenheim, el Museo de Bellas Artes, el Museo Vasco, que cuenta los orígenes y forma de vivir del pueblo vasco, el Museo Marítimo de la Ría de Bilbao, el Museo de La Paz en Gernika o el Museo Arqueológico.

Continua la ruta en Gipuzkoa, visitando el Museo de San Telmo, el más antiguo del País Vasco, el Albaola, un museo y factoría en el que se está construyendo un ballenero vasco del siglo XVI, el Igartubeiti, para conocer todo lo relacionado con los caseríos vascos, el Museo Vasco del Ferrocarril o el Museo de Cristóbal Balenciaga.

Termina visitando Araba, donde te esperan el Artium, el museo Vasco de Arte Contemporáneo, el Bibat, que concentra el Museo de Arqueología y el museo Fournier de Naipes, el Museo de Bellas Artes o el de Ciencias Naturales.

De modernismo por Cataluña

El modernismo catalán, que se desarrolló en las últimas décadas del S.XIX y principios del S.XX, fue parte de un movimiento cultural que influyó en la música, en la literatura, la pintura, la escultura y en la arquitectura, donde tiene una amplia representación gracias a figuras destacadas como Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch y Josep Maria Jujol. Teatros, conventos, hospitales, fábricas y casas particulares repartidos por las provincias de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona, han quedado como muestra de esta corriente cultural.

Comenzamos la ruta por Tarragona, concretamente en Reus, que fue donde se formó Gaudí, y donde Domènech i Montaner dejó la mayor huella: La Casa Rull, la Casa Navàs, la Casa Gasull y el Instituto Pere Mata. Pero también la ciudad de Tarragona alberga numerosas representaciones de la arquitectura modernista: el Mausoleo de Jaime I de Domènech i Montaner, el altar de la Iglesia de Jesús y Maria de Gaudí y el Teatro Metropol, la Casa Ximenis, la Casa Porta Mercadé o el viejo Hotel Continental de Josep Maria Jujol.

Continuamos en Barcelona, donde se hallan algunos de los edificios modernistas más emblemáticos: Palacio Güell, Palau de la Música Catalana, casas Batlló, Amatller y Lleó Morera en el Paseo de Gràcia, Fundación Antoni Tàpies, la Pedrera, la Sagrada Familia, Park Güell y Casa-Museo Gaudí.

Pero saliendo de la ruta clásica, tanto en Sitges, punto de encuentro de un gran número de intelectuales de la época, como en Terrasa, desde donde se impulsó el modernismo cultural e industrial, encontrarás numerosas joyas arquitectónicas de la época como el Conjunto de Maricel, Casa-Museo Cau Ferrat, Casa Bonaventura Blai, el mercado, el Ayuntamiento, la Casa Pere Carreras i Robert y el Teatro Casino Prado en Sitges, y en Terrasa El Museo de la Ciencia y de la Técnica de, la Sala Muncunill, la Casa Alegre de Sagrera, la Masía Freixa, el Teatro Principal, la Escuela Industrial y el Ayuntamiento.

Aunque menos conocidas, Lleida también cuenta con numerosas edificaciones de estilo modernista, muchas de ellas de Francesc de Paula Morera i Gatell como la Casas Balasch, el Edificio Pal.les, la Casa Xammar, la Casa Melcior, la Casa Bergós o el Matadero.

Terminamos la ruta en Girona, teniendo en cuenta que fue en el S.XIX cuando de derriban las murallas de la ciudad y se inicia una nueva planificación urbanística, se entiende que la introducción de elementos modernistas era casi obligatoria. El máximo representante del modernismo en Girona fue Rafael Masó i Valentí, de quien se conservan el Bloque Batll, la Farinera Teixidor, la Casa Teixidor y la Casa Gispert Saüch, aunque la ciudad aguarda otros edificios de notables arquitectos modernistas como la Casa Franquesa, la Casa Furest, la Casa Noguera o las destilerías Regàs y Gerunda.

De gótico-mudéjar por Andalucía

Entre los siglos XIII y XV se desarrolla en muchas zonas de España una arquitectura nueva que refleja la combinación de la tradición islámica y la cultura castellana en la que imperaba el gótico. Este estilo, que afecta a la arquitectura civil y militar, se hace especialmente visible en las construcciones religiosas, especialmente en Córdoba, Granada y Sevilla.

El primer modelo de parroquia de la reconquista surge en el S.XIII en Córdoba, que guarda numerosas muestras del gótico-mudéjar como Santa Marina y San Lorenzo, en la antigua Ajerquía, las iglesias de la medina, la Capilla Real en el interior de la Mezquita, el Convento de San Pablo, el de San Francisco y San Eulogio y el de San Hipólito o, ya del S.XV, la Capilla de Villaviciosa, en la Mezquita, la de la Virgen de la Fuensanta.

Tras la reconquista, los Reyes Católicos comienzan un programa constructivo en Granada que se plasma en la construcción de parroquias y conventos que hará que convivan el gótico final de la Capilla Real y las Iglesias de San Cristóbal y San Matías con el mudéjar de las Iglesias de San José, Santa Ana, San Pedro y San Pablo, San Nicolás, San Miguel Bajo, San Ildefonso o San Bartolomé. Pero también en numerosos conventos y edificios civiles se aprecian rasgos tardogóticos y mudéjares. Saliendo de la capital, en el Valle de Lecrín, en las Alpujarras, en el Valle de Andarax y en Guadix, también se pueden ver muestras del mudéjar granadino.

En Sevilla hay una interesante muestra de gótico-mudéjar como las iglesias de Santa Ana, del S.XIII y la de la Macarena, del S.XV, pero hay que mencionar además de las numerosísimas iglesias, La Cartuja, la portada mudéjar del Palacio del Marqués de la Algaba, Las Dueñas o la Casa de Pilatos simbolizan el mudéjar en el renacimiento y, por supuesto, la gran construcción gótica que representa la Catedral de Sevilla. Otros pueblos grandes como Alcalá de Guadaira, Carmona, Marchena, Écija, Alcalá del Río o la Algaba constituyen un itinerario alternativo a la capital de indudable interés arquitectónico.

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