Se espera la presencia masiva de aficionados tanto en el campo como en los alrededores del Free State de Bloemfontein. "Hemos consultado con los representantes de Alemania e Inglaterra como medida de seguridad. Esperamos que no haya ningún problema, pero de todas formas estamos preparados por si ocurriese cualquier eventualidad", indicó hace unos días un portavoz de la policía sudafricana.
Y es que en lo que va de Mundial, ya han sido unos cuantos los hinchas ingleses detenidos, algo que no emborrona en absoluto la buena organización de la policía sudafricana: "Los espectadores se han portado realmente bien y confiamos en que siga siendo así". Pero por si acaso, la seguridad se extremará en Bloemfontein.
¿Un partido o una guerra?
La prensa de ambos países se ha encargado de abrir viejas heridas y elevar el partido a la categoría de guerra. Titulares de corte bélico e imágenes de Wayne Rooney ataviado con un casco, esperando a los 'panzer' alemanes. El califica el partido como "la batalla del Mundial", mientras que el titula con un explícito "Calentaremos a los alemanes". Bild Daily Star
La gesta ya había sido vaticinada hace algunos días por , que evocaba las duras batallas entre germanos y británicos en la primera mitad del siglo XX: "Prepárense para la máquina de guerra alemana, el antiguo enemigo se ha apuntado para los octavos frente a Inglaterra". The Sun
En su edición del sábado, el diario prefirió en cambio una imagen captada el viernes en Sudáfrica, durante un safari de la selección germana para ver leones antes de su partido contra los 'Three Lions' ingleses. "Los alemanes, horrorizados por tres leones", reza la frase de la portada bajo la foto de los dirigidos por Joachim Löw viendo a tres felinos desde la distancia y protegidos por una reja.
El mencionado , el de más tirada en su país, anuncia por su parte que echa mismo a los ingleses... de sus páginas. El rotativo postula además 11 mandamientos necesarios para batir a los Pross. La primera y la última directriz para el equipo capitaneado por el lateral Philipp Lahm apunta así a la que es considerada la gran debilidad de los ingleses: la portería. Bild