Gabri Ródenas, escritor y filósofo: “La filosofía es una preparación para la muerte, ya lo decía Platón”

  • Entrevista a Gabri Ródenas sobre su último libro, ‘El artificiero y la mariposa’

  • El escritor y filósofo comparte con NIUS el ‘viaje’ de superación de la muerte de su propio hijo, que formó parte del proceso de creación de ‘El artificiero y la mariposa’

  • El libro es una metáfora del camino de autodescubrimiento que todos estamos llamados a hacer: “Hay literalmente luz al final del túnel”, asegura el autor un año después de perder a su hijo

No da puntada sin hilo el escritor y filósofo Gabri Ródenas en su última novela, El artificiero y la Mariposa (Diana 2022) Cada palabra ha sido elegida cuidadosamente y barnizada con una fina capa de poesía. La historia de Bimorí merece ser contada con ese toque artesanal con el que Ródenas impregna todo lo que publica.

El viaje de Bimorí, una joven trapecista que, vestida de mariposa, tiene un accidente durante un espectáculo y se sumerge en un coma profundo, es en realidad una metáfora del camino de autodescubrimiento que todos estamos llamados a hacer. “¿Es posible que un adulto llegue a comprender que el mayor regalo que puede hacerse a sí mismo y a quienes vengan detrás es la oportunidad de conocer su verdadera naturaleza y la posibilidad de conservarla libremente durante toda su vida?, se pregunta la protagonista en las primeras páginas.

Sí. Sí es posible para Gabri Ródenas. Porque en el fondo es él quien, a través de Bimorí, nos habla de la importancia de conocer nuestra naturaleza, de dejar atrás patrones heredados para encontrar nuestro propio camino y disfrutar de una vida plena. Debo reconocer que la curiosidad por El artificiero y la mariposa surgió de mi interés por abordar el tema de la introspección desde diferentes perspectivas y enfoques. Ródenas me ofrecía una novela inspiracional en formato ‘cuento de viajes’ muy diferente al de los típicos libros de psicología... Fue difícil resistirse.

Vaya por delante que es imposible plasmar en una entrevista la riqueza de la conversación de casi una hora que tuve con Gabri Ródenas hace unas semanas. Vaya por delante también mi profundo agradecimiento al autor por haberme confiado la trágica historia que acompañó todo el proceso de creación de El artificiero y la mariposa: su hijo Dante, a quien dedica el libro, nació y murió en enero de 2022, cuando la novela estaba a punto de entrar a imprenta.

“Este libro es un homenaje a mi hijo, es la novela de Dante. Me ha servido para llevar a cabo mi propio camino de autodescubrimiento en otra dirección y me ha impulsado como autor porque ya he agotado mi cupo de drama y de tragedia. A partir de ahora, todo lo que me queda es ir a algo más optimista y esperanzador”, explica el autor.

Hay literalmente luz al final del túnel, te lo puedo decir ahora que ha pasado casi un año de la muerte de mi hijo. Este es el segundo viaje que hay dentro del libro (Gabri Ródenas, escritor y filósofo)

Pregunta: Supongo que para escribir El artificiero y la mariposa y el viaje interior de Bimorí te habrás inspirado en tu propio 'viaje'…

Respuesta: Este libro pequeño tiene dos viajes dentro de sí. El primero es cómo pasar de una mente racional como la mía a poco a poco ir abriéndome hasta convertirme en una persona un poco más amorosa. Fue por la propia vida, por las propias personas con las que vas coincidiendo, que te van cambiando. Supongo que, en cierto modo, estamos destinados a encontrar en el camino personajes que nos ayudan, igual que Bimorí encuentra todos estos muñecos o personajes durante su camino.

 P: ¿Y qué hay de tu segundo viaje?

R: El segundo viaje que es un poco más doloroso, pero te lo voy a contar. No sé si te diste cuenta de que el libro está dedicado a mi esposa y a mi hijo Dante. Mi hijo Dante nació y falleció en enero, cuando el libro estaba ya en fase de entrega prácticamente. Era una carta de amor hacia mi hijo y mi esposa. Lo que pasa es que cuando el libro estaba a punto de entrar a imprenta, mi hijo falleció. Este es el segundo viaje que hay dentro del libro…

 P: A pesar de la tragedia que acababas de pasar, El artificiero y la mariposa tiene un mensaje cargado de optimismo.

R: Que en este caso la tragedia recayese sobre mí no significa que yo no quiera transmitir un mensaje de esperanza, amor y todo el optimismo del mundo. A lo mejor esto puede ayudar o servir a alguna persona. Esto [la muerte] hay que naturalizarlo un poco, es como un tabú cuando pasan estas cosas; tratas de ocultarlo porque es algo doloroso. Pero cuando te sucede algo así, en ocasiones te sientes muy solo. Creo que es bueno que la gente, las personas que hemos atravesado por esto, hablemos con naturalidad de ello por si puede ayudar a otras personas. Porque al principio parece que la vida se detiene, pero simplemente se paraliza un poco y luego continúa…hay literalmente luz al final del túnel, te lo puedo decir ahora que ha pasado casi un año de la muerte de mi hijo. Este es el segundo viaje que hay dentro del libro.

Tenemos que familiarizarnos con la muerte: la propia y la de las personas que nos rodean (Gabri Ródenas, escritor y filósofo)

P: Este viaje hacia ‘poder hablar de la muerte con más naturalidad’ es, en realidad, un viaje muy colectivo, que debemos hacer todos como sociedad…

R: Y no solo es la muerte, también es el envejecimiento. Es doble el tabú que existe. La idea de aproximarnos a la muerte es algo que, como sociedad, nos causa pavor, nos da pánico hacernos mayores…y morir, ya ni te cuento. Pero es un hecho inevitable. Platón ya lo decía: “la filosofía es un aprendizaje y una preparación para la muerte”. Es algo que tenemos que aprender de una forma u otra. Tenemos que familiarizarnos con la muerte: la propia y la de las personas que nos rodean.

P: ¿Crees que es el secreto del éxito de El artificiero y la mariposa se debe a que en el fondo es un libro que nos propone hacer un viaje interior de autodescubrimiento y de toma de conciencia sobre muchos asuntos, como la muerte?

R: En algunas entrevistas me preguntan si esto [su libro] es autoayuda o desarrollo personal y yo digo que no. Puede tener destellos de novela de inspiración, pero realmente me interesaba más la parte literaria. La parte literaria te permite dos cosas: una, aportar una cierta frescura y hacerla llegar a más gente y otra, huir del tono moralizante. Porque la autoayuda es un poco como: “tienes que hace esto y si no lo haces es culpa tuya”… es un discurso que a mí no me sirve porque yo pienso que cada uno tiene que descubrir su propio camino y eso es lo bonito.

P: La historia de Bimorí, la protagonista de El artificiero y la mariposa nos deja claro que este proceso, este viaje interior no es sencillo y no se hace a golpe de clic…

R: En cualquier persona el proceso de autodescubrimiento no es lineal. Pensamos que siempre va hacia delante pero no, tenemos retrocesos y momentos de dudas. Este tipo de situaciones quería reflejarlas en el libro.

P: ¿Crees que la pandemia nos trajo en general más ganas de hacer este viaje interior, como el que hace Bimorí?, ¿o fue solo un espejismo?

R: Yo soy optimista por naturaleza, siempre me gusta coger el lado positivo de las cosas, pero también me gusta ser sincero. Este tema de la pandemia y los buenos pensamientos e intenciones es como cuando uno se apunta al gimnasio a principios de año y al final del año hace meses que no vas…esto es igual. Al principio de la pandemia todos intentamos ser mejores, más solidarios, dedicar más tiempo al autoconocimiento, pero ¿qué ha pasado? Que cuando la vida ha vuelto a la normalidad, todo ha quedado como en un sueño lejano. Y es una pena porque hubo una serie de movimientos en los últimos tres años que fueron de verdad maravillosos, no solo a nivel personal, sino a nivel de la naturaleza: los animales se acercaban a los pueblos, las emisiones de carbono se redujeron de manera bestial, podíamos ver el cielo…Esto lo teníamos la vuelta de la esquina, ¡pasó hace apenas unos meses!, pero otra vez hemos vuelto a la normalidad. Creo que con la pandemia tuvimos una oportunidad maravillosa que desaprovechamos.

Lo que la filosofía critica en este tipo de textos de autoayuda es una cierta lectura de pensamiento mágico (Gabri Ródenas, escritor y filósofo)

P: Está claro que la idea de ‘conócete a ti mismo’ es muy interesante y atemporal…pero la realidad es que la cultura en la que vivimos no nos invita a hacerlo. Más bien todo lo contrario. La necesidad de estar bien se ha convertido en un producto más. ¿Crees que por eso la autoayuda es tan criticada?

R: Es como si se estuviera capitalizando al autodescubrimiento, convirtiéndolo en un elemento de consumo más y, además, de una manera un poco esquizofrénica…porque siempre es ‘no te pares, no te pares’… además hay un mensaje Mr Wonderful detrás. A mí eso es lo que me entristece y creo que genera rechazo. Me interesa mucho más el autoconocimiento en el sentido de los griegos, o de la tradición del zen, por ejemplo. Me interesa más ese tipo de aproximación más filosófica, sea occidental u oriental, pero no una mercantilización del bienestar…eso de que ‘tienes que sentirte bien’ como imperativo absoluto.

P: Como filósofo de formación que eres…¿ no crees que en el fondo la filosofía tiene mucho de autoayuda?

R: De un tiempo a esta parte se han puesto muy de moda las meditaciones de Marco Aurelio y, si tú lo lees, no dista mucho de un libro de autoayuda…muy sofisticado, claro y de una belleza abrumadora. Para mí es el equivalente a la filosofía zen en occidente. Tú coges un libro de autoayuda y coges a Marco Aurelio y dices: realmente no hay tanta diferencia. Creo que lo que se critica desde la filosofía es esa mercantilización o ese espíritu irracional y acrítico de la autoayuda. Creo que lo que la filosofía critica en este tipo de textos de autoayuda es una cierta lectura de pensamiento mágico; lo que critica es la irracionalidad en ese tipo de movimientos…

P: ¿Por qué crees que la filosofía genera tanto rechazo como asignatura en los institutos y hay tantas personas que quieren eliminarla? 

R: Yo pienso que la filosofía es importantísima, aunque sea por su inutilidad…también entiendo que algunas veces la forma en que transmitimos la filosofía, sobre todo en centros de enseñanza, en institutos etc. es como muy teórica, mucha historia de la filosofía y, a lo mejor, eso no consigue llegar a la gente (…) ¿Te imaginas un adolescente al que le hablaras de cuestiones como la libertad, el autodescubrimiento, el ser tú mismo? ¡Es que es su tema de conversación! Pero claro, si en lugar de eso empiezas a hablarle de Kant…pues dice “no entiendo absolutamente nada de lo que me estás hablando, es un aburrimiento y además tengo que memorizar una serie de conceptos que no sirven para nada”. Si pudiéramos hacerlo de otra forma, yo creo que la filosofía se ganaría a la gente joven absolutamente: pero enfocada de otra manera y aplicada a la vida.

Creo que estamos perdiendo un poco lo esencial, que es el contacto humano. Hay un individualismo bestial que a mí no me convence (Gabri Ródenas, escritor y filósofo)

P: En tus redes sociales dices que eres un autor inexplicablemente traducido a una decena de idiomas…¿por qué no te lo explicas ni tú?

R: Es inexplicable porque una persona que realmente no se ha movido con fuerza en redes sociales, que una novela suya acabe traducida incluso al japonés, que acabe convirtiéndose en número uno en Japón o en Alemania, donde lo han sacado con tapa dura y bolsillo… dices: ¿cómo ha pasado esto? Yo soy el primero que no se lo explica. Pero todo el mérito no es mío; es de un equipo que hay detrás, que hizo muy bien su trabajo. No digo que la novela en cuestión que era La abuela que cruzó el mundo en una bicicleta (2018) no tuviera su miga, pero creo que es justo reconocer el trabajo de toda la gente que había alrededor en ese momento y que lo hizo superbien.

P: Es muy bonito ese gesto de responsabilizar a todo el equipo de tu éxito. ¿Ha sido así también con El artificiero y la mariposa?

R: Lo que pasa es que a veces hay una especie de hipertrofia del ego en esto de los autores, que si la cosa sale mal es culpa de la editorial o del mercado o de la audiencia y si sale bien es porque yo lo he hecho muy bien…bueno, en mi caso soy consciente de que algo debo haber hecho bien cuando la novela ha funcionado, pero también me gusta reconocer el mérito del trabajo de los demás, creo que es fundamental y con esta novela nueva he hecho lo mismo. He hecho algo muy colectivo. Yo asumo que soy el autor, pero claro, tienes que darle a cada uno su papel porque si no esto se convierte en una especie de maquinaria, de picadora de carne en que todos son números, gente, Excel y cosas de ese tipo… y yo eso no lo comparto.

P: Decías que lo de las redes sociales no va mucho contigo…

R: Mi esposa siempre me dice “internet nunca te va a querer porque tú no quieres a internet”. Claro, yo sé que tengo que estar ahí, pero realmente soy más de máquinas de escribir, plumas y libretas (…) No sé si te habrás dado cuenta de que al final de libro aparece una dirección postal a la que mandar cartas, como para recuperar esa correspondencia con el autor. Te aseguro que esto no es una herramienta de marketing. De hecho, recibo y contesto cartas manuscritas. Las respondo con máquina de escribir porque me gusta más, pero al final esto es mi intento de volver un poco a lo humano y no tanto a las redes sociales, al ruido, etc. Creo que estamos perdiendo un poco lo esencial, que es el contacto humano. Hay un individualismo bestial que a mí no me convence.