Alérgicos como los humanos
Como los humanos, el aumento de pólenes que conlleva la primavera también afecta a los animales y de igual manera en el caso de los perros y los gatos. Hay quienes relacionan los picores continuos con la presencia de algún insecto, sin embargo, para el doctor Iñaki Gauna, miembro de la Asociación Española de Veterinarios Clínicos (AEVET) y del Grupo de Especialidades de Dermatología de Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (Avepa), es importante acudir al especialista para descartar una reacción parasitaria o una alergia alimentaria y determinar el tipo de alergia y el tratamiento a seguir.
"Padecen alergias igual que las personas, con algún matiz. Los perros y los gatos reaccionan al ácaro del polvo y a cualquier polen que esté en plena actividad, de diciembre a enero, dependiendo de la zona en la que viva o a lo que esté expuesto", señala el experto.
"En el 80-90% de los casos la alergia es ambiental y un 10%, alimentaria, pero hay casos en los que tienen las dos. La diferencia con los humanos es que se hacen alérgicos a través de la piel, mientras que en las personas es por vía inhalatoria", añade.
Cuándo deben saltar nuestras alarmas
Si detectas que tu mascota no para de rascarse con las patas, en el caso de los perros, o con la lengua, en el de los gatos, pide cita en tu clínica habitual. El especialista descartará la presencia de parásitos (pulgas, garrapatas, piojos y sarna) controlando al animal durante un tiempo; si el prurito se mantiene pondrá a dieta al animal durante dos meses para descartar una alergia alimentaria. Si el picor se mantiene, se le llevará a cabo un test intradérmico, el mismo que se realiza a los humanos, para identificar el tipo de alérgeno contra el que reacciona.
Tratamientos más eficaces
"Hecho el diagnóstico, si es un animal joven, es aconsejable la utilización de inmunoterapia. Durante tres años se le va exponiendo a ese alérgeno periódicamente. Si es diagnosticado se realiza cuando el animal es mayor, su eficacia disminuye, pero hay otros tratamientos para paliar el picor", continúa Gauna.
Para este especialista en dermatitis, la primera recomendación es no exponerle a aquello que le afecta o tratar de evitarlo en lo posible. "La ciclosporina, un inmuno modulador, es un fármaco que inhibe la respuesta frente al alérgeno que habrá que darle de por vida, en comprimidos o en líquido, diariamente al principio, para más tarde pautarlo por intervalos hasta encontrar la dosis ideal. Este tratamiento apenas produce efectos secundarios al animal a largo plazo”, subraya, e insiste en que el diagnóstico y el tratamiento es similar para perros y gatos.
Mitos sobre el baño de perros y gatos
Los expertos aconsejan a los dueños de mascotas prevenir y aumentar el número de baños en primavera con buenos champús. "Si es atópico (la dermatitis atópica es la segunda consulta más frecuente tras la medicina interna), es recomendable lavarles un día sí y un día no con tratamientos específicos. “Hay mitos sobre cuándo se deben bañar los perros, unos dicen que una vez al mes o dos veces al año porque pierden el manto, y eso no es verdad. Con productos adecuados eliminas de la superficie de la piel aquello que le ataca y le ayudas a sentirse mejor”, afirma.
Gauna destaca también la importancia de una buena alimentación con comida de calidad. “Para preservar la calidad de la piel tienen que tener una buena cantidad de ácidos grasos, sobre todo, omega 3”, señala.
La máxima, higiene y acudir al veterinario
La higiene, como en los humanos, deberá ser una constante, sobre todo después de regresar de la calle, y destaca la presencia de nuevas moléculas con las que el picor desaparece en poco más de tres horas. “Con la ciclosporina la picazón tarda tres o cuatro semanas en desaparecer; cuando estás en proceso de diagnóstico tienes que añadirle estas moléculas para que el animal no se desespere. Cada perro y cada gato tiene su tratamiento personalizado”, concluye.