Rico y sano: los 10 alimentos de temporada que no pueden faltar en tu dieta primaveral

Insomnio, astenia, falta de vitalidad, cansancio... ¿Te suena? Son algunos de los síntomas de la llegada de la primavera a nuestras vidas. Menos mal que la naturaleza es sabia y a cambio nos regala una buena dosis de energía a través de los alimentos de temporada. Las ciruelas (en la imagen), las cerezas, los nísperos o los albaricoques son algunas de las frutas más recomendadas en primavera, cargados de vitaminas para estar en plena forma. Por Ton Vilanova.

Aunque su apariencia no sea la más atractiva de la huerta, la alcachofa es uno de los alimentos más de moda en los restaurantes de toda España. Su carne es tierna y sabrosa como pocas verduras, y hay mil y una recetas para descubrirlas (como las alcachofas fritas o como snacks). Un alimento con un gran efecto diurético, perfecto para los que están en plena Operación Bikini.

El pescado azul está en el mejor momento del año, así que el atún o las anchoas, la caballa, las sardinas, los jureles... se convierten en las estrellas de la pescadería, sin olvidar el bacacalo típico de Semana Santa. En cuanto al marisco, podremos disfrutar del final de temporada durante las primeras semanas de primavera, pero llegado el mes de mayo habrá que despedirse de él hasta finales del verano.

Los tomates del supermercado comienzan a saber a tomates y es que en primavera empiezan a llegar los tomates al aire libre (no de invernadero). Su poder antioxidente es asombroso, haciendo que se reduzca el colesterol y el riesgo de infarto, previene infecciones, elimina el ácido úrico y aplaca el dolor articular. En salsa, como mermelada, en ensaladas o con un poco de sal como tentempie, esta primavera ponte morado a tomates.

¿Te cuesta tomar los 2 litros de agua al día? Prueba con un vaso de agua con unas gotas de lima, tan refrescante como sabroso, casi adictivo. La lima viene cargada de Vitamina C y es un aliño estupendo para una buena ensalada fresquita de entretiempo, usan en batidos detox o para marinar el pollo, el pescado...

Libres
 de
 grasas
 y
 sodio,
 libres
 de
 colesterol
 y
 ricos
 en 
fibras, 
refrescantes, 
tónicos,
 astringentes, 
diuréticos
 y 
poseedores de 
vitamina
 C y vitamina K. La carta de presentación de los frutos rojos no puede ser más sugerente. La primavera es mucho más que fresas: moras, grosellas, arándanos... perfectos para tus desayunos, ensaladas o meriendas. El color de los arándanos es causado por un grupo de flavonoides llamados antocianina, que tienen un poderoso poder antioxidante. Un tentempié perfecto para los días de primavera.

Los moluscos de concha están de temporada, buena noticia para los amantes de las vieiras, las almejas y las ostras. Son mariscos ricos en ácidos grasos omega-3, los cuales resultan interesantes a la hora de cuidar nuestro sistema cardiovascular. Su aporte de minerales como el zinc, mejora el sistema inmunitario y el cuidado de la piel... y sí, son afrodisicos, que todo suma.

El naranja también va a ser uno de los colores de la primavera gracias a las zanahorias que van a poblar nuestra nevera. Los meses de abril, mayo y junio son los mejores para la cosecha de esta hortaliza de carácter altamente depurativo que arrastra las toxinas que deben estar fuera de nuestro organismo. Es diurética y saciante por su contenido en fibra... y prepara la piel para el bronceado.

Las frutas tropicales están cada día más presenten en nuestra dieta y esta primavera es una buena oportunidad para conocer las cualidades del mango. Esta fruta carnosa aporta una alta cantidad ide hidratos de carbono por lo que su valor calórico es elevado. Es rico en magnesio y en lo que a vitaminas se refiere, en provitamina A y C: 200 gramos de pulpa cubren las necesidades de una persona de dichas vitaminas. Además, por su alto contenido en fibra, es un magnífico laxante. Tómalo como postre, como media mañana o en ensaladas o ceviches.

Ideales para tomar durante todo el año, con la astemia primaveral se convierten en el mejor remedio natural. Los frutos secos como las nueces, las avellanas o las almendras (mejor naturales que fritas) son el aperitivo perfecto para coger energía y seguir con nuestra exigente rutina gracias a su Vitamina B. Añade frutas secas, como los dátiles y las uvas pasas, o incluso un poco de chocolate negro y ¡a por todas!