El equipo de investigadores, encabezados por David Fisher, lleva más de una década trabajando un producto denominado 'forskolina'. La primera prueba, desarrollada allá por 2006, fue con ratones. La estimulación de la eumelanina en roedores de tonos rojizos prometía grandes avances en el futuro. Pero al trasladar el estudio a los humanos, los resultados acabaron en fiasco.
Diez años después, tras aprender de los errores de la anterior exploración, las conclusiones son más que positivas. Si se neutraliza una variedad de encima denominada SIK, el aspecto externo de la piel es el mismo al que se refleja tras una larga jornada a la 'solana'. Y todo sin la implicación de los rayos UVA.
Hasta que nos han presentado a la 'forskolina', solo existían dos métodos para presumir de moreno sin la ayuda del sol. Y cada cuál con consecuencias más perjudiciales. Los cosméticos de autobronceado dejan resultados demasiado artificiales por su componente residual. Las cabinas de rayos, por otra parte, llevan años demostrando sus efectos carcinógenos.
Mientras esperamos los avances de este nuevo descubrimiento, solo nos queda protegernos con mucha crema y evitar exponernos en exceso. ¡Es nuestra salud la que está en juego!