La contaminación, más letal que los virus y las guerras: la pandemia silenciosa a la que nos enfrentamos

  • La contaminación tiene una incidencia mucho mayor que las guerras y los virus

  • Dos tercios de las muertes prematuras son a causa del uso de combustibles fósiles

  • Supera a la malaria como causa mundial de muerta prematura

El planeta se enfrenta a una "pandemia" silenciosa: la contaminación del aire. Así lo afirman especialistas del Instituto Max Planck y de la Universidad de Maguncia en un reciente estudio publicado en la revista Cardiovascular Research. Con una incidencia mucho mayor que las guerras y que los virus, las vidas de las personas de todo el mundo se ven acortadas por ello.

Los científicos estimaron a escala mundial que la contaminación del aire causó 8,8 millones de muertes prematuras en 2015, lo que supone una reducción media en la esperanza de vida de casi tres años en todo el mundo. Esto ha sido posible gracias a un nuevo método de modelado de los efectos de diversas fuentes de contaminación atmosférica sobre las tasas de mortalidad.

Uno de los autores del estudio, Thomas Münzel, ha señalado que: "Dado que el impacto de la contaminación del aire en la salud pública, en general, es mucho mayor de lo esperado, y es un fenómeno mundial, creemos que nuestros resultados muestran que hay una pandemia de contaminación del aire"

Tras examinar el impacto de la contaminación del aire en varias categorías de enfermedades, los especialistas llegaron a la conclusión de que las dolencias de tipo cardiovascular son las responsables de la mayoría de las muertes prematuras por contaminación del aire, y del 43% de la pérdida de la esperanza de vida en todo el mundo.

Según los datos de este estudio, alrededor de 75% de las muertes atribuidas a la contaminación del aire en todo el mundo se dan en personas mayores de 60 años y niños menores de cinco años.

Los autores quisieron diferenciar entre la contaminación del aire evitable provocada por el hombre y la contaminación de fuentes naturales -como el polvo del desierto- y las emisiones de incendios forestales, que no se pueden evitar.

Según los resultados del estudio, alrededor de dos tercios de las muertes prematuras son atribuibles a la contaminación del aire provocada por el hombre, principalmente por el uso de combustibles fósiles. "Cinco millones y medio de muertes en todo el mundo son potencialmente evitables cada año", apunta Münzel.

Los expertos estiman que la esperanza de vida promedio en todo el mundo aumentaría en poco más de un año si la contaminación del aire si se redujera las emisiones de estos combustibles, y en casi dos, si se eliminaran todas las emisiones de origen humano.

El estudio concluye con que la pérdida de esperanza de vida por contaminación del aire compite con el efecto del humo de tabaco y supera en mucho otras causas de muerte. Jos Lelieveld, coautor del estudio destaca que: "La contaminación del aire supera a la malaria como causa mundial de muerte prematura en un factor de 19, a la violencia en un factor de 16, al VIH/SIDA en un factor de 9, al alcohol en un factor de 45 y al abuso de drogas en un factor de 60".