La contaminación del aire mata a más gente que el tabaco o el VIH

  • La contaminación del aire a nivel mundial causa 8,8 millones de muertes

  • Quienes más riesgo sufren son los enfermos cardiovasculares

La contaminación del aire mata más que las guerras y otras enfermedades como la malaria, el VIH o el tabaquismo. Según un estudio la contaminación acorta la vida tres años de media. Para los científicos del Instituto Max Planck de Química y del Centro Médico Universitario de Mainz (Alemania) el mundo enfrenta una "pandemia".

Con un nuevo método para modelar los efectos de varias fuentes de contaminación del aire sobre las tasas de mortalidad, los profesores Jos Lelieveld y Thomas Münzel, del Instituto Max Planck de Química y el Departamento de Cardiología del Centro Médico Universitario de Mainz (Alemania), que han dirigido la investigación, estimaron que la contaminación del aire a nivel mundial causó 8,8 millones de muertes prematuras adicionales al año en 2015. Esto representa un acortamiento promedio de la esperanza de vida de casi tres años en las personas en todo el mundo.

Estos investigadores sostienen en el artículo publicado en la revista 'Cardiovascular Research que la contaminación atmosférica mata más que las guerras u otras enfermedades. En comparación, el consumo de tabaco acorta la esperanza de vida en un promedio de 2,2 años (7,2 millones de muertes), el VIH/sida en 0,7 años (1 millón de muertes), enfermedades como la malaria transmitidas por parásitos o insectos como mosquitos, garrapatas y pulgas 0,6 años (600.000 muertes), y todas las formas de violencia, incluyendo muertes en guerras, por 0.3 años (530.000 muertes).

La contaminación del aire en enfermos previos

Los investigadores analizaron el efecto de la contaminación del aire en seis categorías de enfermedades: infección del tracto respiratorio inferior, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón, enfermedad cardíaca, enfermedad cerebrovascular que conduce a un accidente cerebrovascular y otras enfermedades no transmisibles, que incluyen patologías como hipertensión arterial y diabetes.

Descubrieron que las enfermedades cardiovasculares (enfermedades cardíacas y cerebrovasculares combinadas) son responsables de la mayor proporción de vidas acortadas por la contaminación del aire: el 43% de la pérdida de esperanza de vida en todo el mundo.

Mueren los ancianos y los niños en países pobres

También descubrieron que la contaminación del aire tuvo un mayor efecto en el acortamiento de la vida de las personas mayores, con la excepción de las muertes en niños menores de cinco años en países de bajos ingresos, como África y Asia meridional. A nivel mundial, alrededor del 75% de las muertes atribuidas a la contaminación del aire ocurren en personas mayores de 60 años.

Este es el primer estudio que muestra los efectos de la contaminación del aire sobre las muertes según la edad, el tipo de enfermedad y también su efecto sobre la esperanza de vida a nivel de países y regiones individuales.

Una pandemia que se puede evitar

"Dado que el impacto de la contaminación del aire en la salud pública en general es mucho mayor de lo esperado, y es un fenómeno mundial, creemos que nuestros resultados muestran que existe una 'pandemia de contaminación del aire'", señala el profesor Münzel.

A su juicio, "los responsables políticos y la comunidad médica deberían estar prestando mucha más atención a esto. Tanto la contaminación del aire como el tabaquismo se pueden prevenir, pero en las últimas décadas se ha prestado mucha menos atención a la contaminación del aire que al tabaquismo, especialmente entre los cardiólogos".

"En este documento distinguimos entre la contaminación del aire evitada por el hombre y la contaminación de fuentes naturales como el polvo del desierto y las emisiones de incendios forestales, que no se pueden evitar", destaca el investigador alemán.

"Mostramos que aproximadamente dos tercios de las muertes prematuras son atribuibles a la contaminación del aire causada por el hombre, principalmente por el uso de combustibles fósiles --prosigue--. Esto aumenta hasta el 80% en países de altos ingresos. Cinco millones y medio de muertes en todo el mundo al año son potencialmente evitables".

Por ello, considera "importante que los responsables políticos y la comunidad médica se den cuenta de que la contaminación del aire es un factor de riesgo importante para la enfermedad cardíaca y de los vasos sanguíneos. Debe incluirse como factor de riesgo, junto con el tabaquismo, la diabetes y la hipertensión y el colesterol --prosigue-- en las directrices de la Sociedad Europea de Cardiología y la Asociación Americana del Corazón sobre la prevención de síndromes cardíacos agudos y crónicos y la insuficiencia cardíaca".

Los investigadores estiman que si la contaminación del aire se redujera al eliminar las emisiones de combustibles fósiles, la esperanza de vida promedio en todo el mundo aumentaría en poco más de un año, y en casi dos años si se eliminaran todas las emisiones producidas por el hombre.

Sin embargo, existen grandes diferencias entre regiones debido a la diversidad en las emisiones. En Asia oriental, que tiene la mayor pérdida de esperanza de vida debido a la contaminación del aire evitable, tres de los cuatro años promedio de pérdida de esperanza de vida podrían evitarse mediante la eliminación de las emisiones causadas por el hombre; mientras que en África, donde el crecimiento de la población es rápido y predomina la contaminación por el polvo, solo se podrían prevenir 0,7 de 3,1 años perdidos.

En Europa viviríamos al menos dos años más

En Europa, hay un promedio de 2,2 años de esperanza de vida perdida, 1,7 de los cuales podrían prevenirse, y en América del Norte hay un promedio de 1,4 años de esperanza de vida perdida, de los cuales 1,1 podrían evitarse, principalmente eliminando los combustibles fósiles.