No, el coronavirus no entra por los pies: este verano puedes usar sandalias sin temor al contagio

  • Hay quien teme contagiarse de coronavirus por los pies

  • Podólogos aconsejan desinfectar las suelas del calzado

  • Recuerdan que el virus se transmite por las mucosas no por la piel

Ante las dudas frecuentes en las consultas, el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha asegurado que utilizar sandalias o cualquier tipo de calzado descubierto no supone ningún riesgo de contagio por Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.

"Aunque poco a poco vamos retomando cierta normalidad en nuestras rutinas, hemos visto alerta en algunas personas que tenían miedo a contagiarse por Covid-19 a través de sus pies. Simplemente, es necesario seguir una rutina de higiene de desinfectar las suelas del calzado al llegar a casa y después las manos, como hemos venido viendo desde el decreto del estado de alarma", ha explicado la presidenta del ICOPCV, Maite García.

No es recomendable usar alcohol en los pies

Y es que, tal y como ha recordado, el virus se transmite a través de las mucosas y no de la piel, por lo que, respecto a los pies, se deben seguir unas pautas de higiene corrientes. "Hemos sabido que mucha gente abusa del uso de alcohol en los pies y esto puede llegar a dañar la piel de la zona", ha avisado García.

Finalmente, ha aconsejado un buen lavado con agua y jabón de los pies porque, además de desinfectar, previene futuras lesiones de la piel; así como hacer un "exhaustivo secado" de los pies para evitar que estén húmedos y aparezcan hongos, por ejemplo.

Desde el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), además, se insta al uso de un calzado adecuado a esta época del año para evitar la proliferación de hongos, comunes en los meses de calor y en los que los pies suelen estar más tiempo húmedos por el sudor, las piscinas o playas.

Este calzado, tal y como ha explicado el organismo, debe permitir la transpiración del pie para que no se produzca hiperhidrosis y garantizar una correcta sujeción del mismo para evitar forzar posiciones que promuevan, por ejemplo, dedos en garra o torceduras, entre otras dolencias.