Los deportistas de élite deben ser verdaderos 'influencers' sobre los hábitos de fotoprotección

  • El daño agudo del sol por una quemadura solar se suma a todas las horas de exposición al sol a lo largo de la vida deportiva del atleta “amateur” o de élite

  • Los dermatólogos aseguran que “la piel tiene memoria”, ya que todas las agresiones que se producen sobre ella son acumulativas

Ataviados con bastones, zapatillas de última generación, ropa súper transpirable y mochilas rellenas de todo tipo de alimentos desarrollados al milímetro para cubrir las necesidades que el esfuerzo requiere, un grupo de atletas, corredores de ultra maratón de montaña, avanzan a una altura de más de 2.500 metros bajo un sol de justicia. Algunos de ellos portan gorras y un gran porcentaje cubre sus ojos de los efectos ultravioleta de los rayos del sol. Su piel muestra un color cobrizo, casi anaranjado, resultado de la crueldad con la que los rayos han impactado sobre ella a lo largo de tantos kilómetros.

Al mismo tiempo, en otro continente, se celebra un campeonato de tenis donde sus participantes llevan más de dos horas compitiendo en una pista de tierra batida. Su piel combate los efectos devastadores del sol sobre ella. Otros deportistas de alto rendimiento relacionados con disciplinas como el esquí, surf, golf o voleibol playa también acumulan durante años el efecto del sol sobre ellos.

Ana Julia García Malinis, dermatóloga del Hospital Universitario San Jorge de Huesca, forma parte de un equipo de investigación que ha publicado recientemente el artículo 'Hábitos y conocimientos sobre protección y factores de riesgo para quemadura solar en corredores de maratones de montaña'. El resultado principal de este estudio muestra que “la incidencia de quemaduras solares es alta entre los corredores de trail de larga distancia en montaña, pese a que sus conocimientos y hábitos parecen adecuados”.

La investigación concluye que “es necesario diseñar estrategias para mejorar los hábitos de fotoprotección adaptados a cada práctica deportiva y potenciar que los deportistas de élite se comporten como verdaderos influencers que refuercen comportamientos potencialmente positivos”.

La prevalencia del cáncer de piel en disciplinas deportivas al aire libre depende mucho de las series publicadas, asegura esta dermatóloga, pero “en un estudio realizado por nuestro grupo de investigación en tres importantes pistas de esquí de España se estimó una prevalencia del 14,62% de cáncer cutáneo no melanoma (incluyendo también queratosis actínicas). Datos muy similares existen con respecto a corredores que practican el ultramaratón de montaña”.

Por otra parte, “un estudio realizado en surfistas en Australia determinó una prevalencia de cáncer de piel entre los encuestados de un 13,6%”. En otras disciplinas deportivas que se practican al aire libre, como el golf, “rondaba un 11% (carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide y melanoma) y 40% de queratosis actínicas. En antiguos jugadores de cricket, la prevalencia rondaba el 38,4%”, sostiene Ana Julia García Malinis.

Las doctoras Lourdes Navarro y Rosa Taberner, coordinadoras del proyecto 'La piel del deportista' de la Fundación Piel Sana de la AEDV, mantienen que la incidencia de quemaduras solares en disciplinas deportivas al aire libre está condicionada por muchos factores: “Fototipo de piel, número de horas de entrenamiento al aire libre, momento del día en el que se practica, altitud y latitud, entre otros. El daño agudo del sol por una quemadura solar se suma a todas las horas de exposición al sol a lo largo de la vida deportiva del atleta amateur o de élite”. Por ello, las coordinadoras de este proyecto consideran importante “mejorar la actitud, los hábitos y las costumbres en cuanto al sol, no solo al realizar la actividad deportiva de entrenamiento y competición, sino también en sus horas fuera del deporte o momentos de ocio”.

Las partes del cuerpo más afectadas por la radiación solar son las zonas fotoexpuestas como la cara, las extremidades superiores y las extremidades inferiores, en función de la disciplina deportiva a la que se dediquen. Ana Julia García Malinis señala que las quemaduras solares repetidas e intensas son capaces de producir un daño irreversible en la piel, “ya que sobrepasan los mecanismos reparadores de la misma -producen mutaciones del ADN, estrés oxidativo, entre otros- y favorecen el cáncer cutáneo”.

Porque “la piel tiene memoria”, explica esta especialista en patologías de la piel, “ya que todas las agresiones que se producen sobre ella son acumulativas. Además, la exposición recreativa relacionada con deportes al aire libre se ha asociado a mayor riesgo de carcinoma basocelular y melanoma. En un estudio multicéntrico realizado en Europa, observaron que los deportes acuáticos -la natación, el surf, la navegación y la vela- tienen mayor riesgo de carcinoma basocelular. Y con respecto al melanoma, se ha asociado sobre todo a zonas con alta exposición a radiación ultravioleta”.

Protección ante la radiación solar

Para evitar las lesiones cutáneas es importante que los deportistas de este tipo de disciplinas, tan expuestos a los efectos de los rayos del sol, incorporen en sus prácticas una serie de cuidados. En opinión del doctor Román Miñano, dermatólogo del Instituto de Dermatología Integral, las medidas a poner en práctica serían: “Utilización de fotoprotectores con alto índice de SPF, utilización de gafas que protejan los ojos de la radiación solar, ropa que nos resguarden de los rayos UVA-B (diseñada con materiales que protegen contra los rayos ultravioleta), no realizar deportes en las horas centrales del día -entre las 12:00 y las 17:00 horas- y, a ser posible, ir por zonas con sombra”.

Estos consejos deben tenerse en cuenta incluso en días nublados. “También es fundamental saber que existen superficies que reflejan la luz solar y que los rayos UVA-B inciden tanto desde arriba como desde abajo; de esta forma, la nieve refleja el 85% de los rayos solares, la arena el 17%, el agua el 5%, el césped el 3% y el asfalto el 2%. Y por supuesto, ser conscientes de que, a mayor altura, la radiación solar será más fuerte”, explica este experto.

Asimismo, hay que considerar que en el mercado existen diferentes tipos de fotoprotectores: químicos, físicos y biológicos, manifiesta el dermatólogo del Instituto de Dermatología Integral. "Los primeros son los que tienen fórmulas menos densas y tienen que ser aplicados media hora antes de comenzar la práctica deportiva; los segundos se pueden emplear justo antes de practicar deporte; y los últimos tienen como característica principal que contienen minerales y vitaminas antioxidantes que evitan la formación de radicales libres y evitando el daño en el ADN de la piel. En la actualidad existen fotoprotectores que tienen una combinación de diferentes filtros y que pueden ser ideales para este tipo de prácticas deportivas”, asegura.

Además, el doctor Román Miñano sostiene que actualmente “existen fotoprotectores con diferentes texturas, como son las brumas y el gel, que penetran más rápidamente en la piel y que resultan más refrescantes que las texturas en forma de crema, que pueden ser más molestas cuando se suda considerablemente”. En cualquier caso, este dermatólogo opina que resulta interesante también “elegir fotoprotectores resistentes al agua y al sudor y aplicarlos varias veces durante la práctica deportiva si la duración va más allá de las dos horas o la sudoración es mucha. Por otra parte, si se toman fotoprotectores orales, el riesgo de quemaduras y de la formación de un cáncer de piel, especialmente melanoma, se reducirá considerablemente”.

Finalmente, este especialista en la piel sostiene que es fundamental no olvidar el cuidado de zonas como las orejas, labios, manos o cabeza: “De hecho, las orejas es una de las zonas donde se detectan más casos de cáncer de piel con el paso de los años por la falta de protección solar”.

Para evitar todo este tipo de afecciones cutáneas es recomendable que el deportista posea suficientes conocimientos, actitudes y hábitos relacionados con la exposición solar y fotoprotección durante el desarrollo de su disciplina. En este aspecto, la especialista del Hospital Universitario San Jorge de Huesca considera que, en general, “los deportistas tienen los conocimientos y actitudes necesarios para combatir los problemas causados en la piel por los efectos del sol”. Pero, apunta, que “es muy esencial realizar campañas informativas, educativas y de sensibilización del cáncer de piel asociada a su práctica deportiva, con el fin de disminuir el riesgo de quemadura solar y sus consecuencias”.

¿Qué otras afecciones cutáneas padecen los deportistas de alto rendimiento?

Además de las afecciones cutáneas causadas por los efectos del sol, los deportistas que se dedican a disciplinas de alto rendimiento suelen desarrollar otros trastornos dermatológicos que pueden aparecer o verse agravados en la práctica deportiva, incluso si se realiza en interior.

Las doctoras de la Fundación Piel Sana de la AEDV subrayan que una de las más frecuentes es el denominado 'pie de atleta', que no es más que una infección por hongos localizada entre los dedos de los pies, favorecida por la humedad, sudor, maceración y el uso de calzado oclusivo, y que se manifiesta como fisuras en los espacios interdigitales que pueden producir picor.

"El exceso de sudoración durante la práctica deportiva también puede producir o empeorar problemas de acné y foliculitis, irritaciones en los pliegues y otras infecciones bacterianas. Además, los deportes de contacto también pueden favorecer algunas infecciones víricas transmisibles, como algunos tipos de herpes”, aseguran.

En cuanto a los corredores de larga distancia, continúan ambas expertas de la AEDV, “pueden sufrir el denominado 'pezón del corredor', ocasionado por la aparición de erosiones en los pezones por el roce con la ropa, que llegan a veces a sangrar”.

También, el contacto repetido e intenso de las zonas de apoyo en las plantas de los pies en algunos deportes como el tenis, baloncesto o balonmano, “puede producir pequeñas hemorragias superficiales que se observan en forma de manchas negruzcas en las zonas de contacto, lo que se llama 'talón negro' y que pueden confundirse con verrugas y otras patologías cutáneas. Los traumatismos de repetición por un calzado mal ajustado, por aceleraciones y desaceleraciones, carreras con desnivel etc. pueden provocar la aparición de hematomas debajo de la uña, en ocasiones con pérdida de ésta y en otras favoreciendo las infecciones por hongos en las uñas, onicomicosis”, finalizan estas expertas en patologías asociadas al deporte.