La llegada del frío nos hace volvernos locos, salimos a la calle vestidos con multitud de capas: bufanda, gorro, guantes, leotardos, abrigo, jersey, camiseta térmica… todo lo imprescindible para combatir las bajas temperaturas. Igualmente, cuando se trata de beber algo, tiramos de café, chocolate caliente, té con limón… y todo este tipo de bebidas humeantes para acabar con el castañeo de dientes pero, ¿sabías que estas bebidas no acabarán con el frío de tu cuerpo?
Según Peter McNaughton, un neurocientífico de la Universidad de Cambridge, si consumes bebidas calientes para eliminar el frío lo único que provocará será que incremente tu temperatura corporal central y esto llevará consigo un aumento de la sudoración. ¿Y qué consecuencias trae este sudor? Pues que el agua se evaporará rápidamente de la piel y el cuerpo tenderá a enfriarse rápidamente, por lo que conseguirás justo el efecto contrario.
Sin embargo, si consumes bebidas frías, o productos como el helado con un contenido graso alto, esto hará que la grasa se mueva lentamente por el sistema digestivo, por lo que se necesitará más energía para digerirlo, y por consecuencia calentará más tu cuerpo.
A pesar de lo que puedas leer y de lo que has estado haciendo durante todos estos años, lo cierto es, y aunque suene contradictorio, que en verano es mejor tomar bebidas del tiempo o incluso tibias o calientes (aunque sin pasarse), y en invierno todo lo contrario.
Además la ingestión de bebidas frías, no heladas, provoca un contraste en nuestro cuerpo que nos hace sentirnos vivos y activa nuestros sensores térmicos y esto nos provoca cierto placer.
¿Necesitas más razones para tomar bebidas frías en otoño? ¡Te damos una más! Si todavía estás luchando contra esos kilitos de más que te ha dejado el verano toma nota: las bebidas frías consumen más calorías durante nuestra digestión, es decir que beneficia la pérdida de peso.
Un estudio publicado en 'The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism' nos recomienda beber por lo menos dos vasos de agua muy fría ya que esto acelera el metabolismo hasta un 30%. Beber durante o después de las comidas nos ayudará a quemar grasas, siempre y cuando no sean alimentos demasiado ricos en grasas o azúcares.
Cambia tus hábitos este otoño y recuerda que las bebidas frías pueden ayudarte a dejar atrás las bajas temperaturas.