El cuerpo humano está pensado para enfrentarse a casi todo, incluida la nariz. En ella se encuentra nuestra mejor barrera contra las partículas del aire, que deben ser filtradas antes de llegar a los pulmones. ¿Cuál es esa barrera? El colador que decide qué pasa y qué no a tu organismo son los pelos de tu nariz, esos que tanto odiamos y que los hombres de hoy en día se recortan.
En el aire hay partículas visibles e invisibles. En el caso del polen, suele verse, a diferencia, por ejemplo, del polvo y la contaminación presentes en las ciudades. Los pelillos de tu nariz tienen dos funciones, la primera es la mencionada: filtrar el aire que pasa a nuestros pulmones. La segunda función, también fundamental, es la de humidificar el aire, en ocasiones demasiado seco para nuestros pulmones.
Los casos de alérgicos se han disparado este año tanto por el adelanto de la primavera como por los altos niveles de contaminación de las ciudades, por eso los efectos se notan más en las zonas urbanas. La Agencia Estatal de Meteorología incluso ha lanzando, junto con el Ministerio para la Transición Ecológica y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, un sistema de avisos vía SMS a los alérgicos que indican cuándo habrá más cantidad de polen y por tanto más riesgo para la salud.
Si eres de los que estornudan sin parar y se pasan el día con los ojos rojos, puede que los pelos de tu nariz no sean suficientes, pero debes saber que te están librando de un mal mayor.