Los investigadores no pueden dar una respuesta clara a cuáles son las causas, pero se sabe que nuestro ritmo circadiano se ve afectado por la falta de horas de luz solar, lo que provoca una caída de la serotonina, un neurotransmisor que afecta a nuestro estado de ánimo. Asimismo, se ha comprobado que en algunas personas afectadas por el trastorno afectivo estacional también ven alterados sus niveles de melatonina, que inciden de manera directa en el sueño.
El entretiempo descompensa
"El otoño suele ser una estación en la que muchas personas padecen una descompensación", señala el doctor Antoni Balbuena, psiquiatra, catedrático y director del departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la UAB y director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar. Desde el ámbito de la neurología también se confirma. "Está descrito que existe un trastorno estacional y las personas que lo padecen tienen una mayor facilidad para deprimirse en esta época del año que escasea la luz y son muchos los días de cielos grises y tormentas. Es durante el otoño cuando tienen una mayor tendencia a padecer depresión", asegura Jesús Porta Etessam, neurólogo de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y presidente de la Fundación del Cerebro.
Terapia lumínica efectiva
Para estos casos existe un tratamiento muy específico y efectivo: la fotoestimulación. “Desde nuestras consultas se les aconseja que hagan terapia lumínica por las mañanas y es muy sorprendente cómo estos sujetos mejoran su estado anímico y de vigilia. Este tratamiento reduce lo que se conoce como la depresión del invierno, que aumenta el apetitito por carbohidratos y también hay una mayor letargia", subraya Balbuena.
Factores de riesgo y consecuencias
Hay factores que pueden aumentar las probabilidades de padecer este desequilibrio emocional como tener antecedentes en la familia, vivir lejos del Ecuador, lo que hace que los días se acorten, y padecer depresión o un trastorno bipolar. No debe tomarse a la ligera porque este trastorno afecta directamente a nuestras relaciones sociales y laborales, además de la ansiedad, trastornos de la alimentación ligados a un aumento de peso y, según algunos médicos, el abuso de algunas sustancias.
Identifica signos y acude al médico
Puede que lo padezcas y que desconozcas qué es lo que te sucede, pero puedes identificar ciertos signos que no deberías pasar por alto y consultar con tu médico de cabecera, como pasar muchos días con el ánimo por los suelos, problemas continuados para conciliar el sueño, perder el interés por aquello que normalmente te motiva, cambios bruscos en tu alimentación y en el peso, falta de concentración y sentirte culpable por todo.
El cerebro, nuestra joya más preciada
"El cerebro es la estructura más compleja de todo el universo conocido", nos recuerda el doctor Porta, que subraya lo mucho que lo utilizamos y lo poco que lo cuidamos. "Fundamentalmente tenemos que hacerlo trabajar, razonando, dialogando; hacer ejercicio físico porque es una manera de que libere endorfinas. Un estudio reciente aseguraba que el ejercicio reduce en 15 años la aparición del Alzheimer. Hay que tratar de tener un buen estado de ánimo, ser feliz y valorar lo realmente importante; y alimentarlo en condiciones aprovechando los maravillosos productos que tenemos en España, el pescado, el aceite extra virgen, las legumbres…", nos aconseja el neurólogo. Y un dato más a tener en cuenta, evitar el estrés "muy perjudicial para el cerebro".