Vuelve el colegio, ¿preparado para las gripes y los resfriados de tus hijos?

César Jiménez (@comunicarmas) 21/09/2015 13:26

El motivo de estos pequeños problemas médicos es el contacto. Los niños, especialmente los más pequeños, pasan de un entorno protegido, seguro, rodeado de gente saludable e inmunizada en su mayoría a un entorno en el que unos dejan lápices mordidos, se meten en la boca cuanto juguete emplean y comparten tanto la poco saludable rutina de no lavarse las manos, como la de ser poco escrupulosos con la higiene. Como se explica en la película 'Del Revés', Asco era una emoción que servía a los niños pare evitar peligros. En este caso los más pequeños son los más desprotegidos y este método está poco desarrollado.

Otro problema básico para que la vuelta al colegio esté también asociado al regreso a los centros de salud es el tema de las vacunaciones. El modo de contagio de muchas personas es por contacto. Existe una teoría -ahora muy conocida debido a la creciente explosión de las redes sociales-, que es la de los seis grados de separación. Ésta afirma que cualquier persona del planeta está conectada con cualquier otra, a través de una cadena de conocidos con no más de cinco eslabones o puntos de unión. Según esta teoría, solamente seis niveles nos separan de cualquier persona del planeta. Entonces, si una persona dentro de un grupo -el colegio, por ejemplo-, se infecta con cualquier virus contra el que no está inmunizado o vacunado, podrá transmitirlo a su contacto más cercano. Si tenemos en cuenta la cercanía de los seis grados de separación, poco nos separa de estos virus, si no es la vacunación o la inmunización por haberla pasado. La teoría explica de una forma visual lo rápido que se puede contagiar un niño. Las familias de los pequeños que van al colegio y se infectan con gripes y otros virus como conjuntivitis o virus estomacales suelen ser un rápido segundo o tercer grado de separación del foco inicial.

Esta etapa de virus y enfermedades del otoño se nota mucho más en aquellos niños pequeños que nunca han acudido a un colegio o guardería. Sus escasos contactos con posibles portadores de enfermedades provocan que cuando se exponen a ellos en los centros escolares pasen una temporada contagiándose y enfrentándose a algunos virus que hasta el momento desconocían.

Las vacunas protegerán a los alumnos del riesgo de agresión de distintos gérmenes. De ahí, la importancia de que los niños estén bien vacunados, siguiendo las instrucciones de su pediatra. Se puede vacunar de gripe a mayores de seis meses cuando los niños sufran enfermedades que puedan agravarse por culpa de esta dolencia.

Diferencias entre gripe y resfriado

Las gripes y los resfriados suelen ser las infecciones víricas respiratorias más habituales. Aunque se presentan con síntomas comunes, la gripe suele ser más brusca y severa, con fiebre superior a 38º, malestar, dolor de cabeza, garganta, vómitos, tos y dolor abdominal. El resfriado, sin embargo, esta más localizado en nariz y garganta, con estornudos, mocos y algo de tos. No suele ir acompañado de fiebre o con poca fiebre.

Habitualmente hay un brote epidémico de gripe por año, mientras que un niño en edad escolar o en guardería puede sufrir de 3 a 8 resfriados a lo largo del año, especialmente en otoño e invierno. Como su contagio es por inhalación de secreciones respiratorias suspendidas en el aire o en contacto directo con elementos de trabajo, es difícil no contagiarse en el colegio, salvo que tomemos el hábito de lavarnos las manos regularmente.

En caso de que un niño con gripe no baje la fiebre tras tres días de antitérmicos, presente dificultades respiratorias, dolores de oído, un estado general apático o letárgico, vómitos o síntomas graves, es recomendable llevarlo a su pediatra.

La mejor forma de tratar estos resfriados o gripes es la prevención, pero una vez los virus entran en casa, sólo queda cuidarnos. Ingerir líquidos, mantener la humedad del ambiente, los lavados nasales, ibuprofeno o paracetamol para tratar los síntomas como los dolores de cabeza o el malestar son los remedios más habituales. La tos, a pesar de ser un molesto síntoma que preocupa a los padres, suele ser un excelente método natural de aliviar las obstrucciones de las vías respiratorias.