Sergio del Molino recuerda a su abuelo en 'Lo que a nadie importa'

EUROPA PRESS 28/09/2014 13:29

Para del Molino, el periodo que recoge su libro está "lleno de cosas que parecían hechas para la posteridad", todo lo contrario que los días actuales, que entiende que no están hechos "ni siquiera para la ética". "Ya no tenemos personajes como los de antes y no existe esa vocación de vivir para dejar huella. Son tiempos planos, aunque eso no hace que sea malo, sino más cómodo", ha explicado en una entrevista con Europa Press.

'Lo que a nadie importa' supone la primera novela del escritor zaragozano tras 'La hora violeta', un libro que obtuvo el premio Ojo Crítico de RNE, que le "marcará de por vida" y en la que narraba la enfermedad de su primer hijo Pablo, diagnosticado de cáncer.

"La transición entre un libro y otro fue un poco extraña, pero en cierto modo creo que este trabajo es una consecuencia lógica del anterior. 'La hora violeta' me dio la posibilidad de hacer algo tan íntimo", ha apuntado, reconociendo que entre medias también abandonó un proyecto de ficción.

Preguntado sobre la vuelta a narrar hechos personales y familiares en las páginas de una novela, Del Molino ha apuntado que lo considera una opción "con mucha más potencia" en la que se encuentra "cómodo". "Por mucho que haya que camuflar, el autor siempre se deja un trozo de sí mismo. En mi caso, claro que pago un precio, pero estoy dispuesto a pagar por vivir en la literatura", ha señalado.

El trazo que el autor dibuja de su abuelo no es simpático ni amable, tratando de hilvanar este carácter con los sucesos que vivió durante su participación en el bando nacional en la Guerra Civil española. A su regreso, José Molina será una persona distinta y abocado a una vida sin sobresaltos, pero tampoco sin mostrar sus sentimientos.

Esta actitud sobria queda recogida en las páginas de 'Lo que a nadie importa', llegando incluso a sus nietos, como el propio Del Molino. "En las familias de antaño se hablaba muchísimo menos y eran menos cariñosos, más toscos. Antes de los divorcios, por ejemplo, mucha gente estaba por estar", ha afirmado.

CARÁCTER "SUMISO"

En cualquier caso, en cierto modo ha excusado este carácter y comportamiento "sumiso", atribuyéndolo al "miedo" de esa generación tras la Guerra Civil. "En cierto sentido, este miedo pervive y explicaría muchas de las diferencias de España con otros países como Francia: hay una resignación muy española", ha destacado.

El escritor maño no utiliza la linealidad para ir mostrando los distintos pasajes de la vida de su abuelo. De hecho, intercala en varias ocasiones algunas reflexiones sobre su propia etapa de adolescencia y madurez, e incluso sobre la actualidad.

"Intento imitar el flujo de la evocación: cuando recuerdas algo no lo haces como una sentencia judicial, lo haces a saltos. En este libro los personajes intentan encontrarse y dialogar a pesar de que la transmisión no se produce, por ese silencio", ha aseverado.

FRIVOLIZAR EL FRANQUISMO

El conflicto bélico entre nacionales y republicanos también queda reflejado en el libro. La batalla del Ebro se convierte en uno de los ejes sobre los que gira el devenir de José Molina y donde cambia definitivamente su vida.

La relación de los españoles con esta guerra también es una cuestión que aborda Del Molino con un tono crítico. "Me llama la atención la capacidad de los españoles para frivolizar y quitarle hierro a asuntos graves como este conflicto. Hay una tendencia a caricaturizar el franquismo y presentarlo como algo folclórico y así no puedes plantear un debate de forma seria", ha añadido.