Un bar típicamente español a una hora también muy española: el aperitivo, nos sirven de escenario para llevar a cabo el ensayo. Durante dos horas, no se podrá fumar en el local.
A la gran mayoría de fumadores les cuesta mucho visualizarse. No conciben tomarse una cerveza o un café sin su cigarro . Entienden a los no fumadores, pero también reivindican su espacio. No quieren pasar frío en la calle ni dejar de estar con los amigos en ese tiempo de ocio.
Además, el propietario de este bar situado en Getafe (Madrid) teme por su negocio. Con este pequeño simulacro es consciente de lo que se le viene encima. Muchos clientes fumadores aseguran que dejarán de ir a los bares o, si van, estarán menos tiempo. Además, aún no sabe quién tendrá que vigilar que la normativa se cumpla. Yo no quiero hacer de policía de nadie, dice.
Por otro lado están los no fumadores. Para ellos, la medida es un alivio. Por fin, dicen, podrán respirar tranquilos mientras toman algo.
Ambos, fumadores y no fumadores plantean la posibilidad de que existan bares para fumadores y para no fumadores . Pero para muchos hosteleros eso no es solución porque piensan que, ciertos negocios no funcionarían si no dejan fumar.
Hemos estado también en una sala de Bingo. Aquí, los fumadores consumen un cigarro tras otro mientras juegan. Ahora, la mayoría de las salas, tienen su espacio para el tabaco aparte separado por una mampara. Con la nueva ley, esto ya no será necesario porque tendrán que salir a la calle a fumar. Una vez más, los fumadores se quejan de la ley. Tampoco entienden su rato de ocio en el Bingo sin su tabaco.
Lo cierto es que la cuenta atrás ha comenzado para que España se iguale a otros muchos países donde el tabaco en los lugares públicos ya es historia.
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