La salud también tiene brecha de género: ellas viven más, pero se encuentran peor y van más al médico

  • Datos del Instituto Nacional de Estadística cifran la esperanza de vida de las mujeres en 5,5 años más que los hombres

  • Los hombres viven el 83,3% de sus años de esperanza de vida en condiciones de buena salud frente al 77,9% de las mujeres

  • La autopercepción de la salud es peor en las mujeres: tienen más dolores, están más solas y más expuestas a la depresión

Las mujeres viven más, pero peor. O al menos así lo perciben. Datos del Instituto Nacional de Estadística corroboran lo que los médicos ven en las consultas: ellas se sienten peor que ellos. Las mujeres viven hasta los 85,1 años y los hombres hasta los 79,6, es decir ellas son 5,5 años más longevas.

Pero eso no quiere decir que las mujeres tengan mejor salud, porque de hecho los datos afirman lo contrario. Según datos de 2020, los hombres al nacer viven el 83,3% de sus años de esperanza de vida en condiciones de buena salud frente al 77,9% de las mujeres. Mientras que a los 65 años, los hombres viven el 63,2% de sus años de horizonte de vida en buena salud frente al 51,5% de las mujeres. 

¿Por qué ocurre esto? Lorenzo Armenteros,  responsable del grupo de trabajo de salud de la mujer en la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica que la incidencia de algunas patologías asociadas a la edad es mayor en las mujeres. "Si descontamos los cánceres propios, ellas tienen mayor incidencia de depresión, infecciones urinarias por las características físicas de la propia uretra (que es muy corta y estrecha), patología tiroidea y sobrepeso (que hace que a partir de la menopausia se comienza a engordar incluso sin hacer excesos), migraña... Y dolores osteoarticulares". Y precisamente vivir con dolor es lo que provoca que no solamente las mujeres tengan peor salud de mayores, sino que perciban su salud como más negativa que los hombres.

Peor percepción de su salud

La percepción subjetiva que tiene la persona sobre su estado de salud general en los últimos doce meses es peor en las mujeres. Según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020, los hombres declaran tener mejor estado de salud que las mujeres. Considerando la población mayor de 15 años, un 79,3% de hombres y un 71,9% de mujeres valoran su estado de salud como muy bueno o bueno. Para edades más avanzadas se acentúa la diferencia entre el porcentaje de hombres y mujeres que declaran un estado de salud muy bueno o bueno.

Armenteros explica que en esto influyen dos factores, uno emocional y otro físico:

  1. "La soledad: hay más viudas que viudos, porque ellas viven más", afirma el doctor. Y sentirse solas no ayuda a que su visi´pon de la vida y la salud sea positiva.
  2. El dolor, sobre todo osteoarticular. "La osteoartrosis, que está muy, muy presente en mujeres, provoca una situación emocional que hace que cualquier síntoma sea considerado peor o percibido peor", argumenta el especialista.

Más allá de eso, los factores sociales tienen gran influencia en la peor percepción de la salud de las mujeres. El rol de cuidadoras aún recae en ellas, y con el alargamiento de la vida "se dan cada vez más casos de mujeres en edad avanzada, de más de 65 y 70 años, que están a cargo de sus madres o padres, nonagenarios". En un momento en el que, después de haber trabajado fuera de casa -y dentro- toda la vida, las mujeres deberían descansar y disfrutar del retiro, se encuentran con la responsabilidad de sus progenitores. Todo en una generación en la que los cuidados aún se perciben como femeninos.

Así que Lorenzo Armenteros ve en su consulta a mujeres que no dejan de trabajar ni aunque se jubilen, que apartan a un segundo plano su ocio, su sociabilidad. Y que caen, inevitablemente, en la depresión: "El grado de sociabilidad que tienen a veces es menor, así que si sufres dolores, te sientes sola, eres cuidadora de alguien y además sufres aislamiento social tienes una percepción muy negativa de la realidad".

Visión androcéntrica de la salud

Apunta, además, el doctor, un problema con el que se encuentran quienes hacen la práctica clínica: las terapias y tratamientos están diseñados para los hombres. "La medicina se ha basado en ensayos donde predominantemente hay hombres, las mujeres en edad fértil no entraban en ensayos, por ejemplo. Esto tiene como consecuencia que hacemos tratamientos pensados y ensayados para hombres. Y luego los aplicamos a mujeres. Es que a lo mejor un medicamento de la tensión se está dando en dosis excesivas para mujeres...", reflexiona. Y pone como ejemplo las terapias hormonales para la tiroides, "en las que nos cuesta muchísimo ajustar la dosis a las mujeres". Siendo una dolencia mayoritariamente femenina, los ensayos y las dosis se calcularon en pruebas donde la mayoría de voluntarios eran varones.

Por otra parte, la salud femenina ha sido poco estudiada, a pesar de tener muchas diferencias con la masculina. "Porque la salud de las mujeres aún está infravalorada (mucho más la genital), y ni nosotras mismas le damos la importancia que tiene", afirma rotunda Marta Recio, ginecóloga y sexológa de Eiviestetic (Grupo Policlínica).

Recio es especialista en ginecología regenerativa, y afirma que ha visto a muchas mujeres sufrir en silencio porque "nos han enseñado a que lo que nos pasa "es normal" y "debemos asumirlo". Y no. Tener pérdidas de orina al año de dar a luz no debemos asumirlo como inevitable". Algo parecido a lo que ocurre cuando las mujeres pasan la menopausia.

Sus cuerpos dejan de producir estrógenos, y no solamente dejan de menstruar sino que su cuerpo tiene que adaptarse a vivir sin esas hormonas que han sido fundamentales en mantener el equilibrio de su cuerpo. Lorenzo Armenteros afirma que los estrógenos son "un elemento de protección cardiovascular, de piel... esto los hombres no lo tienen y habría que valorar a las mujeres diferentes, que los estudios valoren esto".

Las mujeres van más al médico

Todos estos factores provocan que las mujeres acudan más a servicios sanitarios que los hombres, según los mismos datos del INE. pero no solamente para tratar afecciones sino para prevenir. Es decir, que van más a las revisiones periódicas. Un 21,0% de hombres y un 29,2% de mujeres han asistido a la consulta del médico de familia en las últimas 4 semanas. 

Los motivos más frecuentes de consulta al médico, excepto urgencias, en las últimas 4 semanas fueron: revisión por enfermedad (42,5% hombres y 45,6% mujeres) y diagnóstico de una enfermedad o problema de salud (34,5% y 34,7% respectivamente). Según un estudio realizado por Ipsos Digital a solicitud de la Fundación para la Investigación del Grupo Urológico San Rafael (FIGUS) solamente cuatro de cada 10 hombres acuden al urólogo al menos una vez al año. Una cifra alejada de la población femenina, que acude en su mayoría (el 80%) a su cita anual con el ginecólogo, según datos suministrados también por IPSOS.

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