Láser vaginal o radiofrecuencia en la vulva: las técnicas que curan el sufrimiento tabú de miles de mujeres

  • Miles de mujeres sienten dolor en su sexualidad, o tienen pérdidas de orina, o sequedad vaginal, y tardan años en pedir ayuda

  • La degeneración genital puede ser tan grave que sea necesario reconstruir quirúrgicamente la zona

  • La ginecóloga Marta Recio anima a pedir ayuda ante el mínimo signo de discomfort íntimo

Sala de espera de un pediatra. Dos jóvenes madres con hijos de en torno al año comentan su maternidad. Y una dice: "Pues a mí todavía se me escapa la orina". "Claro, es normal, es el postparto", contesta la otra. La mujer ha asumido como naturales disfunciones físicas que tienen solución. Porque la salud de las mujeres aún está infravalorada (mucho más la genital), y ni nosotras mismas le damos la importancia que tiene. Lo afirma rotunda Marta Recio, ginecóloga y sexológa de Eiviestetic (Grupo Policlínica).

Recio es especialista en ginecología regenerativa, y afirma que ha visto a muchas mujeres sufrir en silencio porque nos han enseñado a que lo que nos pasa "es normal" y "debemos asumirlo", y lucha porque eso cambie y la mujer pueda disfrutar de una salud ginecológica y sexual completa. Y no. Tener pérdidas de orina al año de dar a luz no debemos asumirlo como inevitable.

En esta entrevista Marta Recio repasa las principales causas de regeneración ginecológica en sus pacientes, da pautas para detectar anomalías y aconseja sobre cuándo buscar una consulta especializada. Algo, esto último, que resume tajante: "Ante el más mínimo discomfort o incomodidad hay que pedir ayuda. Y conseguir que nos escuchen".

P. ¿Qué es la ginecología regenerativa?

R. Es todo aquel tratamiento o terapia que regenera, devuelve las funciones o mejora el aspecto del aparato reproductor y genital femenino. Es poco conocida, pero crea mucho sufrimiento, casi siempre oculto, en las mujeres.

P. ¿Por qué sufren disfunciones las mujeres?

R. Hay sobre todo dos tipos de pacientes. Por una parte las mujeres afectadas por el postparto, que hace venir a consulta a personas que sufren dolor al tener relaciones sexuales, o que han sufrido un desgarro, o que presentan cicatrices dolorosas, vaginas ensanchadas, incontinencia... El segundo perfil de mujeres es el de las que tienen ya la menopausia, que causa sobre todo el síndrome genito-urinario, que consiste en problemas vaginales (sequedad) o urológicos (infecciones constantes).

También vemos a mujeres que han tenido que someterse a tratamientos de cáncer que les han provocado una pérdida de hormonas con menopausia precoz. Afecta mucho al bienestar íntimo de la mujer y necesitan unas tecnologías muy específicas. Hasta hace bien poco estas mujeres nunca recuperaban el bienestar íntimo.

Y por último otro grupo importante de mujeres que llegan a nuestras consultas especializadas son las afectadas por líquen, que es una dermatitis muy infradiagnosticada. Suele darse en chicas jóvenes que creen que es candidiasis, y van peregrinando de consulta en consulta hasta que cuando llegan a nosotros han sufrido una degeneración muy importante en la zona.

P. ¿Es habitual esto de que lleguen a vuestra consulta demasiado tarde?

R. Sí lo es. La propia sociedad y los propios profesionales sanitarios hemos normalizado que la incontinencia es lo que toca, que la vagina más abierta es lo que toca, que en la menopausia la sequedad es lo que toca... al final la mujer lo normaliza. Y no va a pedir ayuda hasta que ella está muy mal, su calidad de vida y sus relaciones sexuales están muy afectadas. Y ahí es cuando ya, desesperadamente, busca ayuda. Estamos hablando de años sufriendo. Por ejemplo los daños del postparto suelen tardar en tratarse cuatro años, y en la menopausia mucho más.

Y ocurre que, además, estas mujeres suelen necesitar ayuda psicológica también. Es que imagínate lo que sufren estas mujeres: si se me escapa el pis y no quiero ir a ningún sitio porque me da vergüenza... Así que si la ginecología regenerativa mejora eso mi calidad de vida es mucho mayor. Y salgo de mi aislamiento.

P. ¿A quién le cuesta más pedir ayuda, a las jóvenes o a las mayores?

R. A las mayores. Les da vergüenza, les da miedo sentirse juzgadas, y lo alargan. Si pienso que lo estoy diciendo pero me va a decir el médico que es lo normal, va a condicionar que yo lo oculte. Un problema que vemos mucho es que consulta a múltiples profesionales antes de encontrar a alguien que les solucione de verdad el problema. Incluso hay mujeres que terminan por darlo por imposible.

Las mujer de hoy en día sabe que tiene derecho a tener una vida sexual satisfactoria, y a estar cómoda con su propio cuerpo. Y consulta antes que las generaciones pasadas. Antes la medicina era muy paternalista: el médico decía al paciente lo que tenía que hacer y punto. Ahora se le explican opciones y es el paciente el que toma la decisión sobre su tratamiento. Esto deriva en que al final la gente va más allá y pregunta por su calidad de vida.

P. ¿Qué señales debemos atender las mujeres para acudir a un ginecólogo especialista en regeneración?

R. Hay dos momentos de la vida de una mujer en los que tenemos que prestarnos una especial atención ginecológica: la menopausia, y el postparto. En esos dos momentos hay que revisarse más a menudo, y prevenir posibles problemas no haciendo deportes de impacto demasiado pronto. Y si empiezas con cualquier problemas, discomfort vaginal... hay que ir a una consulta especializada cuanto antes. Tenemos que adelantarnos.

P. ¿Qué técnicas se utilizan para la regeneración íntima?

R. Hay muchas. Desde el láser vaginal CO2, la radiofrecuencia o el ácido hialurónico hasta el plasma rico en plaquetas, la arominización vulvar o la carboxiterapia. Es posible abordar múltilples problemas que afectan al bienestar íntimo de las mujeres con técnicas muy nuevas.

El láser vaginal es una tecnología puntera que, mediante un efecto fototérmico, induce la formación de nuevas fibras de colágeno y elastina, estimulando la formación de nuevos vasos sanguíneos.

La radiofrecuencia es un tratamiento bioestimulante que, aplicado en la zona vaginal o vulvar, induce una estimulación de la actividad celular en los tejidos para que estos continúen o vuelvan a funcionar correctamente y de una forma más eficiente. Su ligero efecto térmico - calor agradable- proporciona un

aporte de nutrientes y oxígeno, acelerando la reacción metabólica de nuestro organismo y favoreciendo de este modo la regeneración de los tejidos. Además, mejora la capacidad de los músculos pélvicos para contraerse y relajarse, reduciendo el dolor.

La vaginoplastia o perineoplastia son distintos procedimientos quirúrgicos que buscan recuperar la anatomía y armonía natural de los genitales y pueden solucionar problemas como la sensación de vagina ‘abierta’ o desgarros postparto. Lo que se hace es estrechar el canal.

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