¿Cuáles son los cambios del reconocimiento médico para el carnet de conducir en 2023?

En España, son los Centros de Reconocimientos de Conductores (CRC) los encargados de valorar si una persona tiene la aptitud psicofísica para conducir. Sus médicos y psicólogos, siguiendo las pautas de la Dirección General de Tráfico determinan si el riesgo vial del conductor que padece una alteración o enfermedad es asumible y se puede prevenir con ciertas medidas.

Para ello la DGT ha modificado recientemente los criterios de los protocolos a seguir por los profesionales de la salud de los CRC. Ahora se tiene en cuenta la historia clínica, la exploración psicofísica, informes externos que el conductor pueda aportar y si hay medios o medidas preventivas para que la persona pueda tener el carnet de conducir.

Así es el nuevo protocolo de los reconocimientos médicos de la DGT

El protocolo explica todos los procedimientos a seguir para evaluar a las personas que quieran sacarse el carnet de conducir o necesiten renovarlo, unificando criterios. Tiene en cuenta una anamnesis general, es decir, la historia clínica de un paciente; la observación del aspecto físico, como la forma de caminar o moverse; la percepción del riesgo; recogida de datos personales y la exploración básica: visión, audición, cardiovascular y psicológica.

El protocolo también establece fórmulas para calcular índices, puntos de corte e, incluso, el uso de códigos de restricción en función de la discapacidad. Todo con la finalidad de la DGT de unificar criterios.

Además, el protocolo hace hincapié en las adaptaciones que se pueden incorporar a un vehículo para que una persona pueda conducir a pesar de algunas limitaciones, temporales o permanentes. Por ejemplo, se pueden poner espejos retrovisores más grandes si es necesario o poner limitaciones a la conducción en horas nocturnas o una serie de kilómetros.

También se pueden llevar a cabo limitaciones en la conducción; por ejemplo, limitar la conducción nocturna o a una serie de kilómetros alrededor del domicilio.

Este protocolo de la DGT, en vigor desde el pasado verano, actualiza el anterior, de 2007, y trata de unificar criterios. Es una guía según explica Tráfico que busca “dar un nuevo enfoque centrado en facilitar la labor de cribado, ofrecer criterios y puntos de corte para simplificar la toma de decisiones sobre la aptitud y potenciar la intervención preventiva del CRC trabajando el consejo preventivo”.

Enrique Mirabet, médico de un CRC, señala que el nuevo protocolo para los reconocimientos médicos para conducir “trata de mejorar los criterios y herramientas que usamos en los CRC, unificando los principios que deben regir la valoración de las aptitudes psicofísicas de los conductores. Los avances médicos y de la ingeniería del automóvil hacen que los criterios de riesgo vial varíen, permitiendo una conducción más segura en situaciones de salud que, antes, presentaban problemas para considerar que el riesgo era asumible”.

Charo Sanz, psicóloga en un CRC, añade que “es importante que la evaluación que hacen los centros en relación con las revisiones de conductores evolucione de la misma forma que el entramado vial”.

La actualización del protocolo ha tenido en cuenta las recomendaciones de especialistas, las de expertos de la UE y los protocolos de países punteros.