Un moderador de las redes sociales de Meta, con incapacidad absoluta por las "atrocidades" que vio: "No puede llevar una vida normal"

Un hombre que trabajaba como moderador de los contenidos de las redes sociales de Meta, --como Facebook e Instagram--, ha sido reconocido con una incapacidad absoluta a los 40 años tras una resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) que reconoce, --previa revisión de un tribunal médico--, la gravedad de los efectos que tuvo en él la continua visualización de vídeos e imágenes de extrema gravedad que contenían pedofilia, violaciones, suicidios, actos terroristas y agresiones, entre otras "atrocidades".

En su trabajo, que ejercía para una subcontrata de Meta en la Torre Glòries de la Ciudad Condal, tanto el afectado como sus compañeros debían filtrar los contenidos que llegaban a las redes sociales para asegurarse que cumplían con la política de Meta. Por eso, durante horas y bajo estrictos estándares que en múltiples casos les obligaban a ver el contenido hasta el final para el correcto desarrollo de la actividad asignada, estaban expuestos a la visualización de imágenes de extrema dureza, teniendo que calificarla y catalogarla cumpliendo con los protocolos previstos.

De este modo, lo que para algunos inicialmente se presentó como una generosa e importante oferta de trabajo, pronto se convirtió en una situación que les destrozó mentalmente.

Mientras múltiples expertos no cesan en sus alertas sobre los contenidos que pueden llegar a visualizarse en las redes sociales, este trabajador tenía que enfrentarse directamente a todo ese material sin el filtro previo que sí llega al usuario común. Por eso, en su etapa en la empresa durante dos años y cuatro meses, --de 2019 a 2021, comenzó a desarrollar síntomas que, según la resolución que aprueba su incapacidad absoluta, son compatibles con el estrés postraumático, con flashbacks visuales y acústicos, ánimo depresivo, cefaleas, mareo, insomnio permanente y pesadillas de forma recurrente, tal como recoge La Vanguardia, que en una investigación del caso añade que también sufre aislamiento social.

En esa etapa, hubo de ver de todo: hasta asesinatos a sangre fría de un padre a su recién nacido. Por eso, como indica su abogado, Joan Josep Gimeno, de Coronas Advocats, en declaraciones a Informativos Telecinco, hoy "no puede llevar una vida normal".

"Este señor, derivado del estrés postraumático que ha sufrido a consecuencia de visionar un contenido atroz, donde hay vídeos que se intentan colgar y él los filtra, ha desarrollado toda una sintomatología que le ha llevado a una incapacidad, en este caso absoluta. No solo para desarrollar su trabajo sino, por ahora, cualquier tipo de trabajo", señala, precisando que, si bien se espera que pueda remitir su sintomatología "con el tratamiento que está haciendo" y sin exposición al "factor externo" que lo produjo, todavía hoy sigue afectado.

Está incapacitado para llevar una vida normal actualmente

"Por ahora, a pesar de que lleva ya como tres años en esta situación, todavía no remiten (los síntomas)", explica, apuntando a los problemas que sufre.

"Ahora, yendo por la calle o en situaciones en las que hay algo de estrés, que puede oír algún grito o algo, le vienen a la mente todos aquellos pensamientos y tiene flashes tanto de sonidos como de imágenes y no puede llevar una vida normal. Está incapacitado para llevar una vida normal actualmente”, recalca.

El moderador de Facebook, con una incapacidad absoluta por accidente de trabajo

Con su vida totalmente afectada y ya sumido en una larga baja laboral, en esta situación buscó ayuda y su defensa legal solicitó la incapacidad derivada de un accidente de trabajo, algo que fue concedido por el INSS tras la revisión del tribunal médico.

“Vino al despacho a mediados del 2021. Nos explicó una serie de patologías que sufre y que atribuye a la realización de una serie de trabajos en una empresa en Barcelona. Nos explicó un poco el contenido de su trabajo, sus funciones y más detalladamente cuáles son sus afecciones emocionales y psicológicas que sufre a raíz de lo que él considera que son las causas derivadas del trabajo", cuenta su abogado a Informativos Telecinco, explicando cómo se produjo el primer contacto con él.

Fue entonces cuando vieron "rápidamente" que podía haber "un factor de riesgo en el lugar de trabajo" y comenzaron a realizarle preguntas sobre su situación laboral, sobre "formación en prevención", qué "medidas de seguridad" se habían establecido en la empresa... y fue así cómo determinaron que no se habían implementado medidas suficientes.

"Cuando se solicita a la Inspección de Trabajo que hiciera las investigaciones oportunas, concluyó que, si bien existía en la empresa un sistema de prevención, no era lo suficientemente adecuado para todo el colectivo de los moderadores porque, si bien algunos no tienen consecuencias, para otros sí que este trabajo tiene consecuencias negativas en el aspecto emocional y psicológico".

"A partir de ahí lo que hicimos fue contactar con la compañía para ver si había alguna forma de solucionar el problema. Al principio la empresa no se mostró cooperadora en este sentido y seguimos los procedimientos habituales, efectuando las reclamaciones oportunas", explica Joan Josep Gimeno.

La Inspecció de Treball (Inspección de Trabajo) catalana, estimó que, en efecto, se trataba de un accidente de trabajo y no una algo derivado de una enfermedad común, pero la empresa planteó recursos y la cuestión ha escalado en los juzgados de lo social, quedando un juicio emplazado en febrero del próximo año.

En este sentido, la Inspección de Trabajo de la Generalitat, que no era ajena a la situación de varios empleados de la compañía, precisó en un informe que hasta septiembre de 2020 la empresa carecía de un sistema de evaluación del riesgo psicosocial, y de hecho fue multada por ello por más de 40.000 euros, según La Vanguardia.

Si bien contaban con un área de ‘wellness’ para descansar y asistencia psicológica las 24 horas, los empleados afectados no han dejado de subrayar su ineficiencia, como informan estas fuentes, puesto que después tenían que volver una y otra vez a exponerse a la crueldad de los mismos contenidos.

Con la incapacidad absoluta y la resolución fijando que no está en condiciones para trabajar en ningún empleo, este hombre de 40 años recibe una pensión de forma indefinida. No obstante, el tribunal médico revisará de nuevo su situación en julio y, de obtener resultados positivos en lo que se refiere a su evolución, podría comenzar a trabajar en un sector distinto, alejado de la filtración de vídeos e imágenes y su moderación.

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