Abuso de minorías y crimen se unen al terrorismo como amenazas para Pakistán

AGENCIA EFE 14/04/2011 16:30

En una rueda de prensa en Islamabad, el órgano presentó su informe anual, que recoge 12.580 asesinatos y la muerte de 2.542 personas en ataques terroristas o insurgentes y de 418 personas en episodios de violencia sectaria.

La comisión, que en su informe anterior concluyó que durante 2009 la mayor amenaza eran "los ruines ataques terroristas", destacó también este aspecto para analizar 2010 pero enfatizó que otros fenómenos combinados están cobrando protagonismo.

El terrorismo y el conflicto convencional (principalmente las operaciones militares contra los talibanes, que causaron un éxodo de civiles en el norte paquistaní) centraron la atención de las organizaciones de derechos humanos en 2009, frente a las diversas amenazas para la población que se consolidaron el año pasado.

Una de las conclusiones es que 2010 perpetuó a las minorías religiosas como el sector "más vulnerable" de Pakistán, según la HRCP.

Un total de 99 ahmadíes, considerados heréticos por otras sectas del islam, perdieron la vida en diferentes episodios de violencia, frente a los cinco del año anterior.

Bajo las leyes antiblasfemia, se presentaron cargos contra 64 personas, muchas de las cuales continúan en prisión. Tres de ellas perdieron la vida "bajo custodia policial", según el órgano, que en 2009 había contabilizado 41 denuncias presentadas ante la Policía.

Las leyes antiblasfemia están en el centro del debate público desde la condena a muerte de la campesina cristiana Asia Bibi a finales de 2010, y sobre todo tras los asesinatos en Islamabad del gobernador de la provincia de Punyab, Salman Tasir, y el ministro de Minorías, el católico Shahbaz Bhatti, críticos con ellas.

Durante el año pasado, 418 personas, frente a las 493 de 2009, perdieron la vida en episodios de violencia sectaria, una diferencia que se explica por el mayor número de fallecidos en enfrentamientos armados en las áreas tribales entre suníes y chiíes en 2009, pero que muestra que la tensión sectaria continúa.

Todo ello pese al ligero descenso en la violencia vinculada al terrorismo o a grupos insurgentes armados, que dejó 2.542 muertos en 2010, algo menos que los 3.021 del año anterior.

La HRCP censuró además los ataques de aviones espía de EEUU en las zonas tribales fronterizas con Afganistán, dirigidas sobre el papel a eliminar a operativos de la insurgencia talibán y de la red terrorista Al Qaeda, y que acabaron con la vida de 957 personas, según sus datos.

"No hay un mecanismo para distinguir entre insurgentes y civiles. Nos gustaría que se investigara esto", pidió el secretario general del organismo, I.A. Rehman, quien admitió no tener datos precisos sobre los civiles muertos en estas acciones.

Otros datos alarmantes son los 356 condenados a muerte o los 750 asesinatos selectivos en la capital financiera del país, Karachi, un "símbolo" del deterioro de la seguridad pública, en opinión de la comisión.

Como aspectos positivos, la ONG destacó la aprobación de una ley para proteger a la mujer en el lugar de trabajo y la decimoctava y decimonovena enmiendas constitucionales, que devolvieron poderes presidenciales al Parlamento.

La HRCP se felicitó de que esta reforma constitucional recogiera, por primera vez, el "derecho a la educación" de la ciudadanía.

Pese a ello, lanzó sus dardos contra las autoridades por permitir estas violaciones o incluso cometerlas.

"Ha habido muy poca mejora (en materia de) derechos humanos en Pakistán. El problema es que muchos de los casos son a causa de funcionarios o de las agencias", lamentó el presidente de la comisión, Mehdi Hasan.