La Comisión Europea, gobiernos y Ong en contra de la detención de Suu Kyi

AGENCIA EFE 15/05/2009 06:28

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, "lamentó profundamente" la detención de la líder del movimiento democrático birmano y aseguró que debería de haber sido liberada de su arresto domiciliario, dado que se trataba de una "clara violación" de las leyes internacionales, tal y como determinaron las Naciones Unidas.

Suu Kyi, que atraviesa por un periodo delicado de salud, ingresó ayer en prisión de Insein para ser juzgada por incumplir los términos del arresto domiciliario, después de la intrusión de un extranjero en su casa de Rangún, en la que ha estado confinada durante los últimos seis años.

El relator de Naciones Unidas sobre Birmania, Tomás Ojea Quintana, expresó su preocupación por el "arresto ilegal" de la líder birmana, reclamó su "liberación incondicional", petición que extendió a los 2.156 presos políticos que "deben ser puestos en libertad antes de las elecciones de 2010"

El Gobierno español, a través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, manifestó su deseo de que Suu Kyi así como todos los presos políticos sean puestos en libertad de forma inmediata.

El Gobierno español, en coordinación con la Unión Europea, "se propone utilizar todos los medios a su alcance para transmitir a las autoridades birmanas su convencimiento de que es necesario abrir en ese país un proceso de transición a la democracia", concluye el comunicado.

Por su parte, la organización Human Rights Watch instó hoy al Consejo de Seguridad de la ONU, a China, India y a los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) a que exijan al Gobierno birmano la inmediata puesta en libertad de la líder de la oposición y Nobel de la Paz

"China e India, como principales socios de Birmania, y la ASEAN deberían condenar esta injusticia y usar su influencia para presionar para su liberación", dijo Elaine Pearson, directora ejecutiva de la sección de Asia, en una nota enviada a los medios de comunicación.

Asimismo, el Gobierno de Japón se mostró hoy "muy preocupado" por el trato de la Junta Militar birmana a la premio Nobel de la Paz.

El ministro nipón de Exteriores, Hirofumi Nakasone, dijo que están observando lo que sucede con "grave preocupación" y "hemos trasladado este mensaje al Gobierno birmano", según la agencia local Kyodo.

Nakasone recordó que Japón desea la celebración en 2010 de unas elecciones en Myanmar que sean aceptadas por la comunidad internacional y que se avance en la democracia con la participación de Suu Kyi, líder de la Liga Nacional por la Democracia (LND).

El ingreso de Aung San Suu Kyi en la prisión de Insein, en las afueras de Rangún, tuvo lugar 13 días antes de que venciese el plazo del arresto domiciliario que cumplía desde 2003.

Los Gobiernos de Indonesia y Singapur protestaron también por la detención "arbitraria" de la líder del movimiento democrático birmano.

"El Gobierno indonesio está muy preocupado por el arresto arbitrario de Suu Kyi (...) bajo unos cargos inapropiados. No vemos que vaya a salir nada bueno del juicio", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Indonesia, Teuku Faizasyah.

Por su parte, El Gobierno de Singapur señaló que el ingreso de la Nobel de la Paz de 1991 en la sórdida penitenciaría de Insein, a las afueras de Rangún, constituye un revés al proceso de reconciliación nacional en ese país.

Indonesia y Singapur pertenecen con Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Laos, Malasia, Tailandia y Vietnam a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), organismo que lleva desde hace doce años tratando de que el régimen militar birmano acometa reformas dirigidas a la reconciliación nacional y democratizar el país, aunque la secretaría de ASEAN aún no se ha pronunciado sobre la detención de Suu Kyi.

Australia y Nueva Zelanda también se han unido a los llamamientos internacionales para la puesta en libertad de forma inmediata de la política.