La operación, iniciada hace varias semanas, ha sido desarrollada por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras. Según el relato policial, el mismo día en que los agentes y miembros de Inspección de Trabajo realizaron una inspección en uno de los comercios de la arrestada, la presunta autora de los hechos citó con urgencia a todos sus trabajadores en una gestoría para formalizar los contratos laborales y "arreglar" sus papeles.
La Policía Nacional tuvo conocimiento de la existencia de una panadería donde el empresario tenía empleadas a personas sin contrato y en condiciones laborales "abusivas", y averiguaron que el negocio estaba a nombre de un indigente, pero que en realidad la responsable era una mujer que dirigía otros dos establecimientos, una panadería y un horno de pan, en los cuales también figuraban como responsables indigentes o drogodependientes.
INSPECCIÓN DE TRABAJO
De este modo, y en colaboración con la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, los agentes inspeccionaron los tres establecimientos y comprobaron la presencia de siete trabajadores, de los que únicamente dos tenían contrato. Por su parte, los empleados trabajaban una media de trece horas diarias, sin derecho a descansar ningún día, cobrando por ello la cantidad de 40 euros diarios. La detenida ha sido puesta a disposición del juzgado de instrucción de guardia de Alicante.