Diario de una joven británica en Salou

INFORMATIVOS TELECINCO 18/04/2010 11:51

Saskia viaja con 40 personas del equipo hockey, repartidos en tres grupos. En todos hay chicos y chicas. "El viaje me ha costado 400 euros. En autobús es más barato, pero la vuelta sería terrible", comenta. En el aeropuerto, algunos de sus compañeros ya beben, ella vuela sobria. Saskia narra los detalles en su diario.

Día uno:

Nada más llegar al hotel empezamos a beber sangría y a hacer juegos para beber más. Hemos traído grandes embudos unidos a tubos de plástico. Nos ponemos de rodillas, llenamos el embudo y nos lo tenemos que beber todo.

Antes de salir hemos puesto 10 euros de bote. La sangría cuesta 0,50 céntimos el litro, más barato que el agua. La primera noche bebimos vodka puro en un bar. Visitamos tres bares más y bebimos cerveza, vodka y tequila. A las dos de la mañana se acaba la fiesta porque estamos cansados del viaje.

Día dos:

Vamos a las pistas a hacer algo de deporte, pero no hay gente bastante para hacer los equipos.

A mediodía empezamos a beber y ya nadie para hasta la noche. Como prueba de iniciación en el equipo, los líderes tiran su ropa interior y los embudos con sangría y nosotros debemos dar 10 vueltas alrededor.

Esto no es nada para lo que hacen otros equipos. En el de rugby, los chicos se ponen bikinis y se untan mantequilla. Tienen una botella de alcohol atada a su brazo y van bebiendo mientras dan su mano al compañero que tienen delante a través de la entrepierna. Así forman una fila y van caminando hasta el mar. Después, sobre la seis vuelven al hotel, donde siguen bebiendo sin parar.

Bebemos tanto que casi nos olvidamos de comer. Hoy toca salir a los bares disfrazados.

El capitán del equipo consigue una botella de aguardiente. Es el cumpleaños de un chico y el tiene que beber cada vez que alguien cante cumpleaños feliz.

Volvemos a las cuatro de la mañana al hotel, donde seguimos bebiendo en las habitaciones.

Día tres:

Más beber. El tema de esta noche son los cowboys. Iremos al Snoopy's, el principal club de la zona. Me siento segura, los monitores de la agencia que nos acompañan no beben. Si pasara lago podría pedirles ayuda.

No creo en las historias de sexo que se cuentan sobre estos viajes. Las exhibiciones son consecuencia del alcohol. He visto a un hombre desnudo tirado en un camino. Junto a él había una botella. Me he preocupado por él.

Los españoles se horrorizan cuando nos ven.

Día cuatro:

Hoy será el último día que bebo. Cada vez que jugamos al volley y perdemos tenemos que beber del embudo. Yo ya llevo 25 embudos. Una de las chicas se pasó y tuvimos que llevarla a la cama inconsciente.

Hoy toca salir de nuevo. Nos quedaremos en los bares hasta las cuatro. Hora de ir al aeropuerto para coger el avión de vuelta.

El tema de hoy es el Cubo de Rubik. Hay que intercambiar la ropa con otros hasta que consigas vestir del color que te ha tocado. Hay mucha gente casi desnuda.

Día cinco:

Estoy sobria. Mi compañera de habitación está tan mal que no deja de llorar y debo hacer su maleta.

En el avión hay más alcohol. Cuando llego a casa me tiembla el cuerpo de todo lo que he bebido.

Me encantó el Saloufest. Yo no suelo beber en casa. Es una experiencia completa, perfecta para divertirse. He bebido 60 embudos de sangría y 15 cervezas, 40 chupitos. Sam Seward, director de Ilovetour.co.uk, nos dijo: "La seguridad del estudiante es nuestra prioridad número uno". EBP