El Gobierno de EEUU, a través de su agencia pública, obligará a las poderosas compañías tabacaleras a advertir de forma explícita los daños que puede causar el hábito de fumar.
Es decir, tendrán que colocar en las cajetillas imágenes impactantes de las consecuencias para la salud, como ya es habitual en el mercado europeo. La agencia de salud contrató a una compañía para que supervise a más de 18. 000 fumadores, que determinaron cuáles eran las imágenes más efectivas para alejarlos de la adicción.
La industria tiene hasta 2012 para incorporar el llamativo diseño en sus productos. El objetivo de la campaña es alejar de esta adicción a los 4.000 jóvenes que cada día empiezan a fumar en EEUU y luego se convierten en los 46 millones de adultos adictos al tabaco.
"Cuando la norma entre en vigor, las consecuencias del tabaquismo serán obvias cada vez que alguien compre un paquete de tabaco", explicó Margaret Hamburg, la responsable del organismo.
La nueva medida es parte de una Ley promulgada el pasado año por Barack Obama que da al Gobierno el control de la producción, venta y publicidad del tabaco, pese a las objeciones de la industria. Otra de las obligaciones es que las tabacaleras tendrán que revelar todos los ingredientes que contienen sus productos.