El semáforo, cuya instalación en pruebas por un periodo de 15 días fue dictaminada en la Comisión de Movilidad y posteriormente por parte de la Junta de Gobierno Local, permite la detección de los vehículos cuyos conductores no respeten en el cruce la señal en rojo del semáforo, con lo que se quiere "obtener con ello una mayor seguridad vial, de forma importante para la parte más débil de la misma, que son los peatones".
El dispositivo posibilita la grabación de un vídeo y de una fotografía que permitirían la iniciación del correspondiente expediente sancionador.
Al estar en pruebas no se efectuarán sanciones, si bien la empresa, aportará, tras el periodo de prueba, un informe al Ayuntamiento, sobre el que se adoptará una decisión sobre su aplicación definitiva.