L'Hospitalet (Barcelona) condena el último crimen machista con una concentración silenciosa

EUROPA PRESS 08/06/2012 14:38

La concentración la ha presidido la alcaldesa Nuria Marín, que ha mostrado su "indignación" por el suceso y ha trasladado el apoyo de la ciudad a la familia de la víctima.

Marín ha pedido una reflexión colectiva para cumplir "con la voluntad política de luchar contra la violencia de género y ver cómo se protege a las mujeres de la violencia que se produce de forma muchas veces callada en los domicilios y que no se denuncia".

En un comunicado, la presidenta del Instituto Catalán de las Mujeres (ICD), Montse Gatell, ha condenado el crimen y ha asegurado que uno de los problemas para prevenir la violencia machista es la dificultad para identificar estas situaciones, por lo que si existen sospechas de que se puede estar dando, "hay que rechazarlas, condenarlas e informarse de cómo actuar".

El Gabinete de análisis de los casos de homicidio por violencia machista se reunirá el lunes para analizar el caso; según fuentes policiales, no existían denuncias previas de malos tratos.

El crimen ha ocurrido este viernes por la mañana en un domicilio de la calle de Riera Blanca cuando Miguel V.S., de 73 años, ha tirado a su mujer por el balcón desde un duodécimo piso.

Los Mossos d'Esquadra le han detenido como presunto autor del homicidio de su mujer, de 70 años, y le han trasladado a la comisaría de L'Hospitalet.

UNA MUJER "SIMPÁTICA"

Un dependiente de una panadería cercana al edificio ha explicado a Europa Press que estaba atendiendo a un cliente cuando ha visto a una chica en la calle "que se giraba rápidamente y que empezaba a chillar".

Al salir de la panadería, ha visto el cuerpo de la mujer en la acera y varios clientes de un bar cercano que habían acudido a ver lo que pasaba y que avisaban a la policía.

Por su parte, Francisco Ortega, vecino del edificio contiguo al de los sucesos, ha relatado a los periodistas que conocía a la víctima que era "muy buena mujer, simpática".

Ortega ha explicado que el matrimonio tenía dos hijas y varios nietos, y que el presunto agresor "es una persona normal, a la que veías con su mujer y con sus hijas", y que nunca se le había visto discutirse con nadie.

Otra vecina, María, que vive en el mismo edificio que la víctima, ha dicho que se trataba de un matrimonio "normal" y que nunca había detectado que tuvieran una mala relación.