Largas colas y señales de duelo en la reapertura del museo del Holocausto

AGENCIA EFE 13/06/2009 01:34

Las decenas de visitantes que hicieron cola a las puertas del museo desde las diez de la mañana encontraron pocas señales que les recordaran que, dos días antes, James Von Brunn disparó allí al guardia afroamericano Stephen Johns.

Nuevas puertas de cristal, aún sin la inscripción del museo grabada sobre ellas, reemplazaban las que quedaron marcadas por las balas del tiroteo, y la cinta policial había desaparecido.

Pero bajo la bandera, que aún ondeaba a media asta, docenas de flores adornaban un altar con una foto de la víctima y la inscripción "Verdaderamente gentil y justo".

Después de un día de luto, los responsables del museo consideraron que mantener las puertas cerradas más días sólo contribuiría a extender el terror, y sintieron la necesidad de volver a la normalidad, según dijo a Efe un funcionario anónimo.

Las colas que hoy se formaron a las puertas del museo eran "quizás algo más largas" de lo normal, reconoció a Efe el responsable de visitantes del museo, que al mediodía empezó a avisar a los turistas de que tendrían que esperar dos horas para entrar.

Uno de ellos, el checo Matt Nepemach, tenía planeado acudir al museo el día del tiroteo, pero decidió aplazar la visita horas antes de enterarse del fatal suceso.

Al llegar hoy al museo, Nepemach se sorprendió al ver la longitud de las colas.

"Creo que mucha gente está aquí precisamente porque el tiroteo fue hace dos días, y tienen curiosidad por ver dónde ocurrió", dijo a Efe. "Me gustaría que la gente fuera a los museos porque les interesa, y no por un suceso, pero no puedo hablar por ellos", añadió.

Para el estadounidense Pierre Candidates, nacido en Florida y recién llegado a la cercana localidad de Alexandria (Virginia), el tiroteo ha atraído la atención de más gente "no sólo por la tragedia o por ver la escena del crimen", sino porque "les ha hecho darse cuenta de los valores que representa este museo".

En el muro exterior de la institución, la placa que reza "Piensa acerca de lo que has visto" y que invita a luchar contra el racismo y las injusticias fue el objetivo de tantos flashes como el altar dedicado a Johns.

Las medidas de seguridad que rodeaban el museo fueron lo que más impresionó a un grupo de estudiantes portorriqueños, cuyo autobús tuvo que aparcar en otra calle, y que se mostraron emocionados por "las demostraciones de apoyo del pueblo estadounidense".

El francés de origen judío Bernard Thiempteur, en cambio, está "acostumbrado" a las altas medidas de seguridad que rodean las instituciones dedicadas al Holocausto.

"En Europa es lo normal", aseguró a Efe. "Es la manera de evitar estos sucesos".

"Si esta calle estuviera cerrada al tráfico y hubiera seguridad en la entrada de la calle, ese guardia de seguridad no estaría muerto", sentenció Thiempteur, a quien sin embargo la propuesta de que los guardias lleven chalecos antibalas le parece "exagerada".

La policía reveló hoy la identidad de los guardias que abrieron fuego contra el agresor: el policía retirado Harry Weeks y el ex marine Jason "Mac" McCuiston, que comenzaron a trabajar como vigilantes este mismo año.

Von Brunn, de 88 años, que quedó gravemente herido y continúa ingresado en un hospital de Washington, fue acusado el jueves de asesinato y se enfrenta a la pena capital en caso de recuperarse.