"No esperaba hoy mi liberación, fue una sorpresa. Me siento bastante contento porque me han dado un recibimiento que no pensaba que iba a tener", declaró Sigler telefónicamente desde su casa en el pueblo de Pedro Betancourt, de la provincia de Matanzas, situado a 173 kilómetros al este de La Habana.
Sigler, condenado a 20 años de prisión durante la oleada represiva contra 75 disidentes en 2003, era uno de los once integrantes de ese grupo que todavía están en prisión porque en su mayoría se niegan a ser excarcelados y abandonar la isla.
Dijo que fue liberado con una licencia extra-penal por razones de salud y confirmó que le gustaría irse a Estados Unidos, donde residen su hija, nietos y dos hermanos.
"En estos momentos estoy tratando de coordinar ideas, pero tendría que concretar lo que voy a hacer porque ahora estoy conectando con el mundo civilizado", fue su respuesta al ser preguntado sobre sus proyectos de futuro tras pasar casi ocho años en prisión.
"Quiero agradecerle mucho a la oposición interna, a los hermanos del exilio, a la Unión Europea, a la prensa, a todos los que se han pronunciado por nuestra libertad, porque lo que han hecho con nosotros es una injusticia", agregó.
"Vamos a seguir tratando de que sean liberados los hermanos nuestros que están en prisión", señaló el opositor que es vicepresidente de la organización ilegal "Opción Alternativa".
Sigler, de 57 años, indicó que padece seis enfermedades crónicas, entre ellas hipertensión, dos hernias discales y una hiperplasia prostática.
De acuerdo con Oscar Sánchez Madan, un periodista independiente que integra su grupo disidente, Sigler fue trasladado este viernes en un coche policial hasta su casa.
Allí lo esperaban sus familiares, vecinos y activistas de la opositora e ilegal "Opción Alternativa", vicepresidente, según dijo a Efe en conversación telefónica Óscar Sánchez Madan, miembro de este grupo.
"Lo veo más delgado, muy pálido, se le ve alicaído", señaló Sánchez Madan.
La Iglesia católica cubana anunció este viernes la liberación de Sigler y la de Ángel Moya, dos de los once prisioneros de conciencia que quedan en prisión del Grupo de los 75 y que han rechazado ser exiliados a España como condición para salir de la cárcel.
Guido Sigler, según la nota del Arzobispado de La Habana, desea irse a Estados Unidos donde residen dos de sus hermanos, mientras que Ángel Moya se quedaría en Cuba.