En este sentido, también ha hecho un reproche a aquellas sociedades que están "deprimidas" que miran a las familias numerosas como si fueran una carga. "Una sociedad que no honra a los hijos es una sociedad deprimida. Si una familia numerosa se mira como si fuera una carga, hay algo que no va bien", ha señalado Francisco.
Igualmente, ha renovado su llamamiento a la paternidad responsable, pero ha precisado que la elección de tener muchos hijos no puede ser vista como algo "irresponsable" porque "la vida rejuvenece y cobra nuevas fuerzas multiplicándose". "Los hijos son un don, son un regalo. No un modo de realizarse", ha exclamado.
No obstante, para el Papa, también "una sociedad de hijos que no honran a sus padres es una sociedad sin honor". Por eso, ha subrayado durante su catequesis que "cuando no se honra a los padres se pierde el honor propio".
El Pontífice ha explicado que hay una conexión "virtuosa entre las distintas generaciones" que es "garantía de futuro" para una "historia verdaderamente humana". Además, ha dicho que un hijo "debe ser amado" en tanto que "hijo", no porque sea guapo, piense como el padre o encarne sus deseos.
En definitiva, ha dicho que es necesario, al mismo tiempo, "reconocer el valor" de los hijos y "honrar siempre a los padres". Además, ha pedido a los hijos que no tengan "miedo de construir un mundo nuevo, aunque ha reconocido que en la actualidad a los padres les parece más difícil "imaginar un futuro" para ellos.
Por último, ha subrayado que la condición de ser hijos "es fundamental para conocer la gratuidad del amor" y ha pedido a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro recordar durante unos minutos en silencio a sus padres e hijos.